Junio comienza con temperaturas de julio: 38 grados en el Guadiana, el Tajo y el Guadalquivir

El verano meteorológico que comienza este sábado 1 de junio —el astronómico lo hará este año el día 21— viene acompañado de una fuerte subida de las temperaturas, que serán más propias del mes de julio que de junio en gran parte del país, advierte la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El fin de semana se espera muy caluroso y seco y los ascensos en los termómetros, con hasta 38 grados en los valles del Guadiana, el Tajo y el Guadalquivir, continuarán hasta el domingo, cuando comenzará a refrescar por el noroeste peninsular. Ya el miércoles la bajada será generalizada, sobre todo en el norte, donde las temperaturas estarán por debajo de las normales para la época. No se llegará a los 30 grados en la mayor parte del país. 

Las altas temperaturas no son nuevas en el sur, sobre todo en Andalucía, donde lleva haciendo calor desde principios de la semana, según explica Rubén del Campo, uno de los portavoces de la Aemet. "Se vienen superando desde el lunes los 35 grados en el valle del Guadalquivir, en Jerez y en Sevilla, y en puntos del valle del Guadiana como Mérida", detalla Del Campo, que añade que en Córdoba y Andújar (Jaén) ya se llegaron a 37 el martes. El miércoles y el jueves, el calor se moderó ligeramente, pero todavía se superaron los 35 en el Guadalquivir y el Guadiana, a los que se sumó el valle del Miño, donde el jueves se llegó a 36 grados en la provincia de Ourense. 

"Como este viernes está previsto que se repitan o incluso se superen esos 36 grados en el Miño de Ourense, la Aemet ha activado para la zona el primer aviso por calor del año", informa el portavoz. Se trata de un aviso amarillo, el nivel más bajo de los tres existentes, y está en vigor entre la una y las siete de la tarde. La causa de que haya aviso en Galicia y no en Andalucía, donde se va a llegar a 37, es que los umbrales se establecen en función de las características de cada comarca y de los valores más altos que se registran en ella en julio y agosto. "En el Guadalquivir, el aviso amarillo se produce cuando se llega a 38 grados, mientras que en el Miño el umbral está en 36", precisa el portavoz.

Este viernes y el fin de semana "todavía van a subir más las temperaturas en general, aunque el domingo bajarán un poco por el Cantábrico", avanza el meteorólogo. Así, en las comunidades cantábricas este viernes y el sábado hará bastante calor para la época, entre 30 y 32 grados, pero el domingo bajarán a 25/27. En el resto del país, temperaturas igualmente altas el sábado, el domingo y el lunes: 35 grados en puntos de la meseta norte como Valladolid, en la cuenca del Ebro como Zaragoza o en la ribera de Navarra, mientras que se podrán superar los 37 y 38 en zonas del Guadiana, del Tajo y del Guadalquivir.

Las anomalías respecto a las temperaturas normales van a ser importantes. "El viernes y el sábado, las máximas van a estar en el noroeste entre 10 y 15 grados por encima de lo normal. El viernes, en la mitad oeste, hará entre 5 y 10 grados más, una horquilla que el sábado y el domingo se extenderá a toda la Península y a Canarias", concreta Del Campo, que añade que en las medianías de las islas estarán en 30/32 grados del sábado al martes.

La causa del calor es "autóctona". "Tenemos al anticiclón, asociado a una dorsal en niveles altos de la atmósfera, ejerciendo su influencia sobre todo el país, unas altas presiones que provocan que los cielos estén libres de nubes. Como estamos en junio, el sol calienta más y durante más horas y la propia insolación caldea la superficie. Además, tenemos mucha estabilidad atmósférica y poco viento en el interior, por lo que el calor se queda atrapado en las capaz bajas de la superficie. A todo ello se suma la subsidencia, un fenómeno que ocurre en la parte oriental de los anticiclones, donde el aire de las capas altas de la atmósfera tiende a descender a la superficie, se comprime y se calienta", explica el experto, que agrega que el paso del calor al frío se deberá a que la dorsal cálida se verá desplazada por una vaguada fría que llega desde el Atlántico.

El lunes se unirá todo el norte a la bajada del Cantábrico del domingo, mientras que el resto del país seguirá entre 5 y 10 grados por encima de los valores habituales, incluso se llegará a entre 10 y 15 en puntos concretos de Huelva y Sevilla. "La única excepción al calor del fin de semana y del lunes será el litoral mediterráneo, porque se activará la brisa por el contraste entre los valores altos del interior y la temperatura del mar. Hará 25/26 grados", precisa Del Campo.

El martes los valores caerán por el oeste, de manera que el calor significativo se quedará confinado en el este de la Península: cuenca del Ebro, valle del Guadalquivir, interior de Murcia, de Valencia y este de Castilla-La Mancha, donde se puede llegar a los 35.

A partir del miércoles, prosigue el experto, llegará por el noroeste una masa de aire fresco del Atlántico, que provocará un descenso generalizado de las temperaturas. La caída será acusada, de hasta 10 grados, en el alto Ebro. Sin embargo, las temperaturas subirán un poco en el Mediterráneo, por lo que los valores serán normales en todo el país o incluso bajas en el norte, salvo en el litoral de Valencia y Murcia y Baleres, donde se llegarán a 33/35. "El miércoles los valores estarán en los 20 grados en las comunidades cantábricas, 25 en la meseta norte, 27 en Madrid, 30 en el Guadalquivir y 32 en el interior de Mallorca", indica el portavoz.

El aire fresco vendrá acompañado de lluvias escasas a lo largo de toda la semana. "Puede llover en las comunidades cantábricas de forma débil y no se descantan tormentas a partir del miércoles", aunque todavía es pronto para precisar sus distribución. ¿Es este calor un anticipo de lo que depara junio? En su predicción mensual, la Aemet avanza que, al margen del respiro en las temperaturas de la próxima semana y de las ligeras lluvias, junio será seco y muy caluroso.