Zapatos, naranjas y un bazar
La Vall d’Uixó, en Castellón, busca reorientar su economía tradicional para prepararse ante futuras crisis
No es el topónimo más raro de España, del estilo de los que siempre salen en las listas de Internet como Guarromán (Jaén) o Calamocos (León). Pero cómo escribir el nombre del municipio ha sido objeto durante años de teorías, polémicas y debates que llegaron en su día hasta el Tribunal Supremo. El organismo judicial decidió que el nombre oficial debía ser La Vall d’Uixó , no Vall d’Uxó, ni Vall d’Uixó, ni Vall de Uxó (versión esta en castellano) como algunos proponían —y otros de facto escribían— desde que se tradujo al valenciano en la década de los ochenta. Aún hoy, más de un residente sigue dudando sobre cómo referirse por escrito a esta localidad de 32.000 habitantes del sur de la provincia de Castellón, situada a ocho kilómetros del mar.
En las afueras del municipio, un gran bazar asiático y una mezquita ocupan parte de la zona en la que antes se levantaba la fábrica de zapatos Segarra, cuya sirena marcó el día a día de la localidad durante el franquismo. El complejo llegó a tener 10.000 trabajadores y, aunque cerró en 1992, dejó una industria del calzado que ha sido disminuyendo con los años. Otra actividad económica boyante en el pasado y ahora en declive es la naranja. La caída de los precios ha erosionado la rentabilidad de un negocio clave para un municipio que desde hace unos años intenta modernizar su economía, reorientarla hacia una vertiente más industrial, para remontar el duro bache que fue la última crisis.
La alcaldesa es una de las más jóvenes de España. La socialista Tania Baños llegó al Consistorio con 24 años (ahora tiene 28) en las pasadas municipales tras arrebatar la vara de mando a Óscar Clavell (PP). La anterior alcaldesa había sido Isabel Bonig, que se fue a Valencia para ser consellera con Francisco Camps en 2011 y hoy lidera el PP en la comunidad.
Durante la democracia, populares y socialistas han ido, más o menos, turnándose en el Consistorio, pero fue un comunista, Vicente Zaragoza, quien más tiempo ocupó el puesto de forma ininterrumpida (1979-1991). Uno de los momentos más tensos de la última etapa de Gobierno fue el derribo hace un año de la Cruz de los Caídos en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Setenta agentes de la Policía Local y la Guardia Civil cortaron los accesos a la plaza para evitar que un grupo de vecinos impidiera la demolición.
Quizá lo más conocido de La Vall d’Uixó fuera de la Comunidad Valenciana —dentro, el municipio es famoso por su afición a los toros, como muestra la estatua de un gran toro embolado que hay en una de las rotondas de acceso— sea su principal atracción turística: las Cuevas de San José que, según se destaca en los folletos turísticos, albergan el “río navegable subterráneo más largo de Europa”.
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