Multa de 4.800 euros para una pareja sorprendida practicando sexo en una autopista

Un juzgado de Vitoria ha condenado a una pareja a la que sorprendieron mantiendo relaciones sexuales dentro de un coche a pagar 4.800 euros porque habían aparcado en el carril izquierdo de una curva de la AP-68 (Bilbao-Zaragoza). Cuando los agentes llegaron hasta el coche, tocaron en la ventanilla pero no recibieron respuesta. Abrieron la puerta y se encontraron con una pareja que estaba practicando sexo. El varón, con el carné retirado por conducir en otras ocasiones ebrio o sin licencia, deberá cumplir 50 horas de trabajos comunitarios y ella otras diez horas.

El pasado 31 de marzo, la Ertzaintza recibió varios avisos de conductores que se encontraron con un vehículo detenido en el carril izquierdo de la carretera y en plena curva. Cuando los agentes llegaron al lugar, se encontraron con una escena imprevista. El coche tenía las luces intermitentes encendidas, pero no había colocado ningún triángulo de emergencia, lo que suponía un peligro evidente para el tráfico. Estaban uno sobre el otro manteniendo relaciones. Los agentes no daban crédito.

Los jóvenes venían de una noche de fiesta en Lemoa (Bizkaia) y se dirigían hacia Vitoria, donde residen, pero un despiste al tomar el desvío hizo que continuaran la marcha por la autopista hasta que se quedaron sin una gota de gasolina a la altura de Ribabellosa (Álava), según declararon los ocupantes tras su detención. Al parecer, no repararon en el peligro que estaba causando su automóvil parado en el carril de adelantamiento. Llamaron a la madre de ella para que les trajera gasolina, siempre según su testimonio. No hicieron nada para apartarlo hasta el arcén. Pusieron las luces de emergencia y se acurrucaron el uno con el otro, ajenos por completo al riesgo que estaban corriendo ellos y ocasionando a los conductores que durante ese momento transitaban por la vía. “A los cinco minutos de moverles el coche al arcén, pasaron un autobús y un todoterreno a la par”, desveló uno de los ertzainas intervinientes para dar una idea de la imprudencia de los jóvenes.

Como recogió el escrito de la fiscalía, tan metidos en la faena amatoria estaban los jóvenes que el Ford Focus quedó con los “cristales empañados” y ellos “no llegaron a percatarse ni siquiera de la llegada de los agentes” de la Ertzaintza. El control de alcoholemia dio que el varón, de 23 años, estaba ebrio (dio 0,87 miligramos). Durante su declaración dijo inicialmente que él era quien conducía el vehículo, a pesar de tener retirado el carné, pero la pareja cambió después de versión.

De haberse demostrado que era el varón quien conducía el coche, la pena hubiese sido mucho más alta (el fiscal pedía 27 meses de prisión), pero no se encontraron pruebas de ello. Todo ha quedado en una multa de 4.800 euros y en la obligación de prestar trabajos para la comunidad.