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Un conjuro de amor junto a una vía retrasa ocho trenes y activa el protocolo antiterrorista en Alicante

Un hombre de 38 años fue arrestado por colocar una piña con un embrujo al lado de la vía férrea. Acabó arrestado y posteriormente se le impuso una orden de alejamiento

Piña en la que el detenido había hecho el conjuro.
Piña en la que el detenido había hecho el conjuro.Policía
Rafa Burgos

Tratar de recobrar el amor de una persona mediante un conjuro no parece muy buena idea. Puede incluso llevar a interrumpir el tráfico ferroviario durante dos horas, a activar el protocolo policial antiterrorista y hasta a que el despechado acabe denunciado por violencia machista y sentenciado a un año de alejamiento de su expareja, a la que pretendía recuperar. Es lo que ha sucedido en Alicante con un hombre español de 38 años.

Un vecino de Alicante avisó el pasado día 15, en torno a las 13.40, de que dos personas estaban maniobrando sospechosamente en el cruce de la carretera de Ocaña, la antigua carretera de salida hacia Madrid, con la vía férrea que une la Estación de Alicante con el apeadero del barrio de San Gabriel. Según el denunciante, dos individuos de rasgos árabes habían estado realizando movimientos similares a los del rezo musulmán y habían depositado un paquete de color negro junto a la vía del tren, según la agencia Efe.

Los agentes que se desplazaron al lugar detectaron la presencia del paquete y activaron el protocolo antiterrorista. El primer paso consistió en detener el tráfico ferroviario, una decisión que causó un retraso de 149 minutos y afectó a 135 pasajeros repartidos entre un tren de larga distancia y siete Cercanías. Posteriormente, intervinieron los agentes del Tedax, que procedieron a investigar el bulto. Finalmente, concluyeron que se trataba de una falsa alarma y procedieron a abrirlo.

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En el interior, los Tedax encontraron todos los ingredientes de lo que luego resultó ser la receta de un presunto conjuro para atraer un amor perdido. En una piña hueca, alguien había colocado clavos, alfileres, posos de café, uvas y unas semillas de color rojo y negro de la planta Abrus precatorius, más conocida como regaliz americano, que contiene una sustancia altamente tóxica llamada abrina, cuya venta está prohibida pero que se usa habitualmente en los ambientes esotéricos.

Junto a los elementos de la pócima amatoria, los agentes descubrieron también dos papeles. En uno de ellos aparecía el nombre de la expareja a la que el autor de los hechos pretendía recuperar. En el otro, el de la madre de esta y el de un varón, posiblemente la actual pareja de la mujer pretendida, situados junto al dibujo de una calavera.

A partir de estos datos, la investigación llevó hasta un hombre de 38 años y origen español, según confirmaron a EL PAÍS fuentes de la policía, que declaró ante los agentes su gran afición por el esoterismo y confesó que había buscado un conjuro en internet para recuperar a su expareja, que lo había abandonado recientemente. La policía arrestó al sospechoso por un presunto delito de desórdenes públicos. De las diligencias de este caso se encarga el juzgado de instrucción número 5 de Alicante.

La policía no ha podido facilitar más información del acompañante que ayudó a colocar el paquete junto a las vías. Los presuntos rezos islámicos no eran más que los movimientos necesarios para agacharse junto a las vías y depositar los objetos.

El resultado final del hechizo, además, fue totalmente opuesto al que buscaba su invocador. Cinco días después, el pasado 20 de febrero, la mujer cuyo nombre figuraba en el papel introducido en la piña presentó contra el hombre una denuncia por un supuesto caso de violencia machista, y pocas horas después, en un juicio rápido, se le condenó a un año de alejamiento y a la prohibición de comunicarse por el mismo periodo.

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