_
_
_
_

El tren extremeño deja tirados a más de 150 pasajeros de noche y en mitad del campo: “Es intolerable”

La línea Badajoz-Madrid sufre dos graves averías el primer día de 2019

Los pasajeros del tren averiado, en la estación de Navalmoral de la Mata, Cáceres.Foto: atlas | Vídeo: JOSÉ MARÍA RIVERO / Atlas
Manuel Viejo

El tren extremeño sigue igual que en 2018: parado. Para seguir con la tradición, este martes 1 de enero de 2019, dos trenes con destino Madrid sufrieron dos averías graves. El último dejó tirados a más de 150 pasajeros en un campo de Navalmoral de la Mata (Cáceres) en mitad de la noche. Este convoy tenía que haber salido de Cáceres a las 19.00, pero salió con una hora de retraso. A Madrid debería haber llegado a las 23.09. A las 00.50 del miércoles 2 de enero aún estaba parado a 180 kilómetros de Atocha, la última parada del trayecto.

“Hay mucho cabreo”, cuenta por teléfono el placentino Alfredo Domínguez, de 31 años, “tenemos mucho frío. El ambiente es un poco tenso porque no tenemos luz”.  “Esto es indecente. Hay un bebé. No hemos cenado nada. El presidente Guillermo Fernández Vara (PSOE) tiene que saberlo”, cuentan varios pasajeros a través de audios de WhatsApp. “Llamen a un taxi, por favor, yo no quiero un tren. Son las 23:50 de la noche. O me sacan o me bajo”, cuenta otra señora. “Es intolerable. Es una falta de respeto tremenda. Estamos enfadados y disgustados”, dice Pilar Gil, de 51 años. “La única máquina de cafetería que hay en el tren no funciona. Muchos pasajeros no hemos comido nada. Y encima la cafetería de la estación de tren de Navalmoral estaba cerrada”.

Un técnico de Renfe trata de arreglar la avería.
Un técnico de Renfe trata de arreglar la avería.José María Rivero

En una conversación informal entre el maquinista y los pasajeros, el técnico informó de que tuvieron que llamar a un mecánico que se encontraba de vacaciones para arreglar el convoy. Ante la falta de una solución inmediata, desde Madrid se tomó la decisión de arrancar el tren como fuera. Por eso el convoy retomó la marcha desde Navalmoral pero, a los pocos minutos, volvió a parar. Otra vez. Según Google Maps, el lugar donde frenó estaba a 20 minutos a pie de la estación.

Episodios como este se repiten casi a diario en el tren extremeño. La última avería grave ocurrió en el puente del 12 de octubre. Aquel fin de semana un tren se quedó sin gasolina en Fuenlabrada. El trayecto Badajoz–Madrid cuesta 51,40 euros y tarda seis horas y 37 minutos, si es que llega puntual. En coche son cuatro. El Talgo, algo más rápido, emplea cinco horas y ocho minutos al no parar en algunos municipios. En teoría. En la práctica siempre llega tarde porque de los más de 725 kilómetros de vías que hay en la región, ni uno está electrificado. Y solo cuenta con un carril.

En la avería de este martes viajaba una madre con un bebé. “Está tranquilo mientras mama, el problema sería calentar un biberón (porque no hay electricidad)”, contaba. La solución llegó pasadas las 23:30 de la noche. Renfe envió tres autobuses y un tren para que los pasajeros llegaran a sus destinos. Los autobuses salieron desde Plasencia, a 60 kilómetros. El ferrocarril vino desde Talavera de la Reina, a 120. “Somos optimistas”, decía por teléfono el pasajero José María Rivero, “en algún momento tendremos que llegar a Madrid”.

Los autobuses llegaron a las 00.50 a la estación de Navalmoral; no partieron hasta la 1.28. El tren tardó un poco más. Se conectó al tren averiado para que llegasen unidos a la estación de Navalmoral.  La anécdota de la noche, un despiste, la contaba Beatriz Domínguez por teléfono pasada la una de la mañana: "Alguien tiró de la palanca de emergencia y bloqueó los frenos, por lo que salimos con más retraso. Además, a eso de las 8.30 tengo que ir a trabajar a Pozuelo. No tienen vergüenza".

Los autobuses llegaron a las 3.40 a la estación de Atocha, tras cuatro horas de retraso. "Y, por si fuera poco, cuando llegamos no había taxis", contaba el viajero Alfredo Domínguez a primera hora de este miércoles. "Estábamos a dos grados y sin que nadie se preocupara por nosotros. Yo ya estoy en casa, a las 4:20 de la mañana, 11 horas después de empezar el trayecto Montijo - Madrid", se quejaba también otra usuaria en la red social de Twitter.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_