Un tobogán gigante para unir dos calles de Estepona

Estepona planea unir dos calles mediante un tobogán gigante que podrán utilizar personas de todas las edades. Se ubicará en un extremo del Parque de los Niños y servirá para que los desplazamientos por la ciudad malagueña, de 66.000 habitantes, tengan también un punto divertido. Con al menos 38 metros de largo y entre 32 y 34 grados de pendiente, será la primera infraestructura de estas características en España. "Nos ha parecido una estupenda idea para salvar el gran desnivel del terreno y, de paso, un proyecto muy simpático para la gente", explica José María García Urbano (PP), alcalde de Estepona. Aunque ciudades como Barcelona cuentan con grandes toboganes en algunas de sus zonas verdes, ninguno de ellos tiene la función de comunicar dos calles.

El deslizadero servirá para realizar el trayecto entre las vías Reina Sofía y Eslovaquia, un paseo que muchos vecinos de la ciudad realizan actualmente a través de una empinada vereda entre la maleza de una parcela en desuso. Ha sido precisamente ese camino espontáneo, que evita dar rodeos por aceras, el que ha inspirado a los técnicos municipales. "La gente es sabia y hemos aprovechado la idea", subraya García Urbano. Pronto ese atajo será superado por la nueva infraestructura que tendrá un mínimo de 38 metros, y podría llegar a 50, tal como recoge el proyecto de licitación. "Creemos que puede crecer un 25% o 30% más, siempre que las condiciones de seguridad lo permitan", afirma García Urbano. De hecho, uno de los aspectos que puntúa favorablemente en la valoración es el tamaño de las propuestas.

El tobogán será de acero inoxidable, su recorrido se adaptará a las curvas del terreno y contará con peraltes y pilares cada tres metros para garantizar su sujeción al suelo. Tendrá forma semicircular y abierta, de tal manera que durante el viaje se pueda disfrutar del paisaje. El Ayuntamiento espera que las obras comiencen como muy tarde en enero y se espera que la infraestructura esté lista en un máximo de cuatro meses después. "Para Semana Santa es probable que ya se pueda utilizar", asegura el regidor, que cree que el nuevo medio de transporte urbano también servirá "como punto de atracción turística".

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El esqueleto serpenteante forma parte de un proyecto del Ayuntamiento de Estepona para ampliar el parque actual, de 24.000 metros cuadrados, con otros 14.000 que incluyan ajardinamiento de la zona con pinares, plantas aromáticas, praderas y especies mediterráneas, así como la recogida de aguas pluviales. También se prevé construir una serie de caminos peatonales para salvar la pendiente del terreno. Entre ellos, una senda de 2,3 metros de ancho paralela al tobogán para quienes prefieran usarla como alternativa a este. "Y para subir, porque por el tobogán no se podrá", subraya García Urbano.

El presupuesto de las obras de ampliación del Parque de los Niños es de 298.839 euros. El nuevo tobogán costará más de 28.000 euros, pero el Consistorio ha aclarado que ese coste será asumido por la empresa que se encargue del desarrollo de los terrenos.

El deslizadero está incluido entre las 100 medidas que el alcalde de Estepona presentó en mayo de este año y que espera poner en marcha antes de 2023. Entre ellas destaca igualmente la construcción de una maceta gigante de 10 metros de altura, que se suma a los 20.000 tiestos que hay ya repartidos por el municipio. El resto de iniciativas tiene que ver con actuaciones urbanísticas o aparcamientos, así como mejoras de movilidad, infraestructuras culturales o más espacios para el ocio.

El Parque de los Niños se inauguró en 2013 y es una de las zonas verdes más amplias de la Costa del Sol. Cuenta con numeroso arbolado, bancos para descansar, merendero, cafetería y un parque canino, así como un área de juegos infantiles. Esta vez, eso sí, de uso exclusivo para niños y niñas.