El sondeo, financiado por el Parlamento Europeo, revela que más del 60% de los encuestados cree que los jóvenes tendrán una vida peor a la de sus padres Y, además, el 25% opina que la millennial es la generación que vivirá peor.
“Los millennials son los únicos que no se señalan a sí mismos cuando se les pregunta quién ha vivido o vivirá mejor”, detalla Belén Barreiro, que dirigió la elaboración del informe, basado en una encuesta a 2.200 personas. Un estudio que explica, además, que la sociedad considera que detrás de este empeoramiento están principalmente las malas perspectivas del contexto internacional y las políticas fallidas de los Gobiernos de España. Los jóvenes creen que los principales problemas son las dificultades de acceso al mercado laboral, el deterioro de la calidad democrática y la desigualdad socioeconómica.
Por otra parte, aunque en general son más pesimistas las personas de mayor edad, los votantes progresistas y aquellos de bajo nivel socioeconómico, la falta de confianza en las perspectivas de futuro de los millennials es general. También existe consenso sobre la idea de que los jubilados se benefician más de las políticas actuales del Gobierno que los más jóvenes. ¿La solución a estos problemas, según los encuestados? Mejorar la calidad y la estabilidad del empleo, proporcionar un mejor acceso y dar mayor importancia a la educación y reducir la desigualdad de género. Todo a través de políticas públicas, las mayores culpables de la situación pero, paradójicamente, también la mayor esperanza.