Las trabas del PP impiden la reforma constitucional de Sánchez para eliminar aforamientos

“El PP no está a favor de una reforma constitucional. No es urgente. No morderemos el anzuelo”, ha declarado este lunes Pablo Casado en una charla en La Razón. Su apoyo es indispensable para que la propuesta de Pedro Sánchez de eliminar los aforamientos a diputados y senadores mediante una reforma exprés de la Constitución salga adelante.

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Los populares han lanzado mensajes ambigüos y contradictorios durante todo el día sobre la propuesta, que incluyeron en su programa electoral como el "compromiso de reducir los aforamientos". Poco después de que Casado dijera que no estaban a favor de una reforma constitucional, en el canal 24 horas, el vicesecretario de organización, Javier Maroto, aseguró que el PP votaría a favor de una moción similar presentada por Ciudadanos.

Por la mañana, el secretario general del partido, Teodoro García, había vinculado la iniciativa de Sánchez a un “pacto oculto” con los independentistas para que no sea el Supremo quien juzgue a “Torra, Puigdemont y todos los golpistas”. En realidad, la propuesta del presidente no afectaría a esos casos.

Preguntado repetidamente sobre si apoyarían la iniciativa para eliminar aforamientos —su voto es indispensable— el secretario general del PP respondió: “Si eso supone dejar fuera a Susana Díaz, no”. Es decir, los populares condicionaban en un principio su voto a favor a un pacto con el resto de formaciones para que la eliminación de aforamientos afecte no solo a diputados y senadores nacionales, sino también a los parlamentarios autonómicos. “Lo que no puede ser es que tengamos 17 sistemas distintos. No nos vamos a dejar embaucar por el presidente”. Para hacerlo es necesario reformar los estatutos de autonomía —en Murcia ya se aprobó, a iniciativa de Ciudadanos— o a través de una ley orgánica. El PP también puso otro condicionante para apoyar la propuesta: que vaya unida a la eliminación de la acusación popular para que los partidos no puedan “denunciar sin fundamento” a sus rivales.

Fuentes de la dirección del PP creen que la propuesta de Sánchez tiene un único objetivo: Pablo Casado, pendiente de que el Supremo decida si le imputa por su máster. Pero el tribunal se pronunciará probablemente antes de que la reforma se lleve a cabo y en todo sería “muy complicado” aplicarle esa reforma al líder del PP “de forma retroactiva”, según un letrado de las Cortes. García sí dejó claro que en ningún caso apoyarían la supresión del aforamiento para el rey emérito.

Referéndum

La iniciativa de Sánchez se adelanta a una propuesta de Ciudadanos que se debate este martes en el Congreso. “No les puedo esconder mi satisfacción. Torcer el brazo al bipartidismo...”, aseguró Albert Rivera, arrogándose el mérito del anuncio. Ciudadanos apoya la supresión de aforamientos para diputados, senadores y parlamentarios autonómicos y está “dispuesto a negociar” si debe suprimirse también para la familia real. Reclaman, además, la reforma de la ley electoral, que se permitan listas abiertas y se limiten los mandatos del presidente.

Podemos recibió “con alegría” el anuncio de Sánchez. “Estamos en contra de los privilegios y los aforamientos lo son”, declaró Noelia Vera, portavoz del consejo de organización del partido. La formación quiere que la reforma no se limite solo a los aforamientos y que no se cambie una sola línea de la Constitución sin que los ciudadanos voten. Debe plantearse un debate amplio en el Congreso para “blindar los derechos sociales y tratar la cuestión territorial. Habrá que ver por qué no se puede juzgar al rey emérito”, declaró. “Si fuera necesario”, afirman, cuentan con el número necesario de diputados para pedirlo. Podemos ya rechazó hace casi dos años otra reforma para reducir aforados políticos y exigió que se celebrase un referéndum.