Nueve detenidos por pertenecer a una red de explotación sexual

Agentes de la Policía Nacional han detenido a nueve personas en un operativo policial simultáneo desarrollado en Salamanca, Alicante y Valencia contra una organización criminal especializada en la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Los agentes han logrado liberar a una mujer colombiana que era obligada a estar disponible las 24 horas sin ninguna clase de control sanitario y confinada en un piso de citas en Verín (Ourense).

Las víctimas procedían de Colombia y, como ocurre en la mayor parte de los casos de trata de mujeres, la organización las captaba brindándoles una oportunidad para salir de la difícil situación económica en la que se encontraban en su país de origen. Sin embargo, y como también viene siendo habitual en este tipo de redes de tráfico de personas, una vez en España, las condiciones que habían pactado inicialmente cambiaban por completo. No solo no se cumplía lo supuestamente acordado —“un trabajo en una peluquería, en un café, en una tienda...”—, sino que contraían una deuda de unos 3.400 euros con sus captores, según fuentes policiales.

A partir de ese momento, las mujeres quedaban a expensas de los miembros de esta red, con tentáculos en distintos puntos de España. Los proxenetas recaudaban directamente todo el dinero que ellas obtenían con sus servicios sexuales. El 50% de los beneficios que obtenían de la prostitución de las chicas lo destinaban para los encargados del piso de citas, “por las gestiones realizadas y por el mantenimiento de las viviendas en las que las tenían cautivas”. El 50% restante iba supuestamente para reducir la deuda contraída por las mujeres. Y estas, subraya la policía, “a pesar de generar grandes ingresos económicos, estas tenían que subsistir con pequeñas cantidades económicas que los proxenetas entregaban para su manutención”.

El primer testimonio

Fue el testimonio de una mujer la que permitió iniciar las investigaciones y desarticular la red distribuida por distintos puntos de España. La chica, que estaba recluida en un piso de la localidad orensana de Verín, fue la primera en denunciar que era víctima de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual. La mujer, como las demás, también había sido captada en Colombia mediante engaños.

Tras varias gestiones, los agentes comprobaron que, nada más llegar a España, las mujeres eran trasladadas a pisos destinados a la prostitución ubicados en diferentes puntos del territorio nacional y obligadas a saldar la supuesta deuda contraída con la organización del viaje.

Una vez instaladas, eran los miembros de la propia organización los que se encargaban de suministrarles “ropa sugerente, elementos de lencería y cosméticos que les obligaban a utilizar en sus servicios sexuales y por los que además les incrementaban la deuda, pagando por esos atuendos desorbitadas cantidades de dinero”.

Servicios 24 horas

La mayor parte de ellas eran obligadas a pasar casi todo el tiempo en el interior de los pisos. Algunas, como la que logró zafarse de sus captores en Verín, ofreciendo sus servicios las 24 horas. “No tenían libertad de movimientos, estaban controladas todo el día por algún miembro de la organización y si salían lo hacían acompañadas por alguno de ellos”, señalan fuentes policiales. Las mujeres eran prostituidas además sin ningún tipo de control sanitario ni protección, medidas que quedaban a discrecionalidad del cliente.

La operación culminó con un dispositivo simultáneo y coordinado en las diferentes provincias. Tres personas fueron detenidas en localidades de Salamanca, cuatro en Benidorm y dos en Valencia, quedando “desarticulada por completo la organización criminal”.