Santamaría reprocha a Casado que no se integrara en su lista: “Yo lo habría hecho”
La exvicepresidenta reivindica que defendió España "con uñas y dientes" y propone a Fátima Báñez como secretaria general
Soraya Sáenz de Santamaría ha afeado este sábado a Pablo Casado que no se hubiese integrado en su candidatura. "No estaría en esta tribuna si no fuera la más votada, estaría en tu lista, Pablo, si me lo hubieras pedido", ha asegurado antes de la votación para elegir al presidente de la formación —que ha ganado Casado—. En un largo discurso de una hora de duración, la exvicepresidenta ha pedido el voto a los compromisarios para reivindicar su gestión en Cataluña —"he defendido la unidad de España con uñas y dientes"— y ha propuesto a Fátima Báñez como nueva secretaria general del Partido Popular (PP).
"Soy Soraya, la del PP". Frases como esa han marcado una intervención en la que ha apelado una y otra vez a la unidad del partido, a la unidad de España, en la que apenas ha entrado en el debate de ideas y ha defendido su campaña "en positivo". "No he hecho una campaña en contra de nadie. He hecho una campaña a favor del PP". "Qué importante", ha dicho, "es poder mirarse al espejo todas las mañanas. La lealtad entre nosotros. Qué importante poder mirar a cada uno de vosotros a los ojos. El respeto al compañero, la coherencia con lo que decimos en privado y en público", ha declarado. "Me lo enseñó Mariano Rajoy: Jamás le oí hablar mal de un compañero".
Soraya Sáenz de Santamaría ha dedicado un tramo de su discurso a la corrupción; este viernes Rajoy no lo hizo, y Casado ha pasado de puntillas por ese espinoso asunto. "Hemos perdido votos por razones que tienen nombre de corrupción. No tenemos más que otros partidos, pero nos ha pesado más que al resto. Yo he sentido la misma indignación porque extendieran sobre todos la culpa de algunos. Y no puedo cambiar el pasado, pero sí comprometerme a que no vuelva. Tenéis mi palabra: tolerancia ninguna, pero inquisición tampoco. No acepto lecciones. Somos un partido de gente honrada", ha declarado.
Casado ha reclamado que los más de 3.000 compromisarios voten "en libertad" y "sin llamadas", en una referencia apenas velada a las maniobras de Sáenz de Santamaría. En cambio, la exvicepresidenta ha pedido a los compromisarios "que respeten el voto de los afiliados" en la primera vuelta, tras una campaña bronca en la que los dos candidatos no han dejado de cruzarse acusaciones; algo inédito en un partido con fama de sólido y reacio a que afloren las luchas por el poder.
Soraya ha apelado "a la experiencia" —de nuevo para señalar un punto flaco de su oponente— para ganar "a Pedro Sánchez, a los populistas y a los independentistas". Ha presumido de "sacar a España de la crisis", y de "haber resistido para no pedir un rescate", pese a que su Gobierno solicitó 41.300 millones de euros para salvar a la banca a cambio de duras condiciones por parte de los socios de la UE. Y, a pesar del perfil de centro derecha que caracteriza su candidatura, ha apelado una y otra vez "a la unidad de España", tras echar pestes de la moción de censura que aupó a la Moncloa a Pedro Sánchez "de la mano de lo más dañino de este país, el independentismo".
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