“Instrucciones y reproches” en la nota hallada junto a la familia muerta en Tenerife
Los investigadores de la Guardia Civil mantienen abiertas todas las hipótesis pero sospechan que pudiera existir "un pacto en el matrimonio"
La nota hallada junto a la familia muerta en Santa Cruz de Tenerife —un matrimonio, sus dos hijas de tres y cinco años, y el perrito que tenían de mascota—, y escrita por el padre, contiene instrucciones precisas de qué hacer con los cuerpos de los fallecidos y un reguero de reproches a la familia de ella “por no ayudarles”, según fuentes próximas a la investigación. Todas las hipótesis siguen abiertas a falta de los resultados de las autopsias, pero para los investigadores, cobra fuerza la idea de “que el matrimonio lo hubiera pactado todo”. La Delegación del Gobierno para la Violencia de Género investiga el caso.
Cuando los agentes de la Guardia Civil entraron en la casa, un piso en el número 30 de la calle Cruz de los Martillos en La Orotava (Santa Cruz de Tenerife), encontraron en una habitación a un hombre colgado de una cuerda, “que formaba parte de un artilugio preparado al efecto y que parecía haber sido colocado de manera premeditada por él o por alguien que le hubiera ayudado”. En otra estancia, la matrimonial, estaba la mujer muerta con dos niñas de tres y cinco años, sus hijas, también muertas y tumbadas en la cama. “Ella en el centro y las pequeñas una a cada lado, perfectamente colocadas, sin signo alguno de violencia, como dormidas, cada una con su peluche y todas bien vestidas de calle”, cuentan fuentes próximas a la investigación.
En esa misma cama, a los pies, estaba también colocado y muerto, un perrito “de unos tres kilos”, la mascota de la joven familia. Los investigadores calculan que podían llevar muertos solo unas horas y esperan los resultados de la autopsia para poder desentrañar los hechos, que han conmocionado al vecindario y al pueblo entero. El ayuntamiento ha decretado tres días de luto.
No hay denuncias de ningún tipo
“Es una familia completamente normal, no constan denuncias de ningún tipo, no tenemos expediente de seguimientos de ninguna clase, no tenemos tampoco conocimiento ni constancia de que estuvieran pasando por una coyuntura económica complicada”, señala el alcalde de La Orotava, Francisco Linares (CC). “Nadie, ni en su entorno más próximo, encuentra una razón para lo sucedido, no existen conflictos conocidos, ni denuncias de violencia de género, estaban perfectamente integrados tanto en el ámbito cultural como en el educativo”, asegura el regidor, consternado por lo sucedido.
El hecho de que no haya denuncia no descarta que no se trate de un caso de violencia machista. El 77% de las asesinadas en 2018 no presentaron ningún tipo de denuncia contra sus parejas o exparejas, según datos oficiales analizados por este periódico.
Junto a los cuerpos fue encontrada una nota escrita por el padre y que “contiene instrucciones precisas de qué hacer con los cuerpos y múltiples reproches a la familia de ella”, con la que parece ser que existían desavenencias. “Aluden a que no les ayudaban”, cuentan fuentes próximas a la investigación, que manifiestan su extrañeza porque no se percibe en esas letras “ni un ápice de rencor, ni justificación alguna sobre las muertes”.
Fue precisamente la madre de la mujer, quien fue a la comandancia a denunciar que su hija y sus nietas no respondían a sus llamadas, el lunes por la mañana. Horas antes habían estado todos juntos de celebración familiar. Los agentes, tras comprobar que el padre de la familia no había acudido a su trabajo, pidieron permiso al juzgado y accedieron a la vivienda por una ventana.
Él era Israel Rodríguez Miranda, un militar de 45 años, natural de Zamora, brigada del Ejército de Tierra, condecorado en 2009 por el Ministerio de Defensa con la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo por su participación en acciones de combate contra los talibanes en Afganistán. Fuentes militares aseguran que era muy valorado por sus compañeros y que no hay constancia de que sufrieran trastornos psicológicos. Actualmente estaba en activo y trabajaba como técnico de mantenimiento en el Batallón de Helicópteros de Los Rodeos (Santa Cruz de Tenerife). Ella, Teresa, era una mujer canaria de 33 años. Las pequeñas, las hijas del matrimonio. Y los cuerpos de todos ellos se encuentran desde el lunes en el Instituto de Medicina Legal de Tenerife, donde se les está realizando “un minucioso estudio”, ante una de las posibilidades que baraja la Guardia Civil: “Que fuesen envenenadas”.
Ni en la casa ni en los contenedores de basura de la zona se ha encontrado resto alguno de veneno conocido, aseguran fuentes próximas a la investigación.
Todas las hipótesis
Todas las hipótesis sobre el móvil siguen abiertas: “Que él las envenenara y luego las asfixiara sin necesidad de ejercer violencia y después se suicidara”. “Que se ahorcase con ayuda y después la madre acabara con la vida de las hijas y se suicidara”. “Que la mujer se lo encontrara muerto y acabase con la vida de sus hijas, la del perro y la suya propia”. “Que fuese él quien las encontrase muertas y después se ahorcara, aunque ese artilugio tan bien montado en el techo apunta a cierta premeditación”, enumeran fuentes próximas a la investigación.
Los resultados de las autopsias, que previsiblemente se conocerán este miércoles por la mañana, arrojarán luz sobre tan dramático y extraño suceso. “Van a tener que afinar mucho los forenses en las horas de las muertes para poder aclarar lo ocurrido”, señalan las mimas fuentes, que tienden a pensar en “un pacto entre el matrimonio”.
El Gobierno canario, en un comunicado, ha hecho un alegato contra la violencia machista dando por hecho que este suceso lo es. En él, el consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad, José Miguel Barragán, traslada sus condolencias a la familia y reafirma su compromiso y apoyo con las víctimas de todas y cada una de las manifestaciones de la violencia machista. Sin embargo, la nota no aporta ningún dado que apoye la tesis del crimen machista.
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