El sueño por saldar una deuda familiar e histórica
Este lunes ha comenzado la exhumación de los restos de 70 fusilados en la fosa 94 de Paterna
Carolina Martínez ha esperado más años de los que ella misma ha vivido para poder recuperar los restos de su abuelo fusilado hace 79 años durante la represión franquista. Este lunes, tras un año y medio de trámites, Martínez, de 63 años, presidenta de la Asociación de Víctimas de la Fosa 94, así como otras 11 familias han podido iniciar los trabajos de excavación y exhumación de la fosa 94 del cementerio municipal de Paterna (Valencia), financiados por la Diputación. El grupo de arqueólogos y antropólogos ArqueoAntro espera encontrar los restos de entre 60 y 70 personas, procedentes de Valencia, Albacete, Barcelona y Madrid.
“Hoy ha sido para mí uno de los mejores días de mi vida”, aseguró ayer emocionada Carolina por teléfono, horas después de haber acudido al cementerio de Paterna. Ni su abuela ni su madre alcanzaron a vivir para compartir su alegría. De encontrar los restos de su abuelo, podrá por fin cumplir el último anhelo de su abuela, que era que los restos de su marido reposaran junto a ella.
José Manuel Murcia Martínez, el abuelo de Carolina, fue asesinado con 47 años. Era jornalero en Ayora, Valencia, y durante una temporada fue concejal de Agricultura de la misma localidad. Luego de haber sido llevado de casa, fue encerrado en la Cárcel Modelo de Valencia. Tras ser condenado a muerte “por adhesión a la rebelión”, fue fusilado el 6 de noviembre de 1939.
Las otras víctimas también fueron fusiladas entre el 6 y 9 de noviembre de 1939, según la Diputación de Valencia que este año ha destinado 626.000 a actuaciones en materia de memoria histórica. La fosa 94 es la séptima en abrir en Paterna y la octava en la provincia desde 2015.
Rosa Jolic también se mostró feliz de poder por fin recuperar a su padre. “Voy a tener a mi padre en las manos”, dijo con alegría a EuropaPress pero matizó que se trataba, al mismo tiempo, de un día de pena “porque la gente no merece que la maten porque sí”. Para Fernando Penadés, familiar de otro represaliado, el día de ayer fue “especial y una salida para saber dónde están enterrados después de la injusticia que se hizo”.
El proceso para recuperar los vestigios de los republicanos asesinados será largo. Durante mes y medio o dos meses, el equipo de ArqueoAntro se volcará a los trabajos de exhumación. Este lunes terminaron de retirar los memoriales de la zona, la próxima semana esperan llegar a los restos de los represaliados, en dos más esperan haber delimitado la fosa, antes de poder ir al juzgado a avisar que han encontrado una fosa con víctimas, según explicó por teléfono el director de ArqueoAntro, Miguel Mezquida.
Tras finalizar los trabajos de campo, enviarán las muestras a la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense de Madrid donde serán estudiados los restos. Después, una empresa genética cotejará las muestras de ADN con las, hasta ahora, 12 familias involucradas en el proceso. Por estos trabajos, la organización espera recibir entre 100.000 y 150.000 euros, según Mezquida.
La diputada de Memoria Histórica, Rosa Pérez Garijo, ha asegurado que esperan llegar a exhumar un 20% de las fosas comunes de este cementerio cuando acabe la legislatura y el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, afirmó que han destinado 626.000 euros este año a trabajos de recuperación de la memoria histórica, lo que ha permitido, según él, “hallar los restos de más de 250 personas fusiladas y entregarlos a sus familias”.
Unas semanas antes, el equipo de ArqueoAntro comenzó también la exhumación de la fosa 128 del mismo cementerio, de la que hasta ahora han logrado recuperar diez de los 130 cuerpos previstos. En caso de encontrarlos, esta sería una de las fosas comunes más grandes del país.
En la fosa 94 podría haber represaliados de Ayora, La Font de la Figuera, Bocairent, Ontinyent, Sagunt, Camporrobles, Cheste, Xàtiva, Sollana, L'Alcúdia, Alginet, La Pobla Llarga, Rafelguaraf, Bugarra, Villar del Arzobispo, Chera, Ademuz, Puebla de San Miguel, Almussafes, Cullera, Massamagrell, Alaquàs, Albal, Alcàsser, Aldaia, Catarroja, Manises, Albacete, Barcelona y Madrid.
De encontrar a su abuelo Carolina Martínez estaría saldando una deuda con él, su abuela, su madre y el resto de su familia. Pero, para ella, lo que ha empezado a hacer no es solo una deuda que tenía con ellos sino con todos los españoles que han vivido una historia similar. “Espero no parar ahí. Yo quiero conseguir más cosas, quiero que le den lo que se merecen las víctimas del franquismo, estas personas tienen que tener un reconocimiento.”
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