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El Chicle participa en la reconstrucción del crimen de Diana Quer

Enrique Abuín Gey, a cara descubierta, recorre con los agentes el camino que hizo con la víctima hasta ocultar su cadáver en una nave abandonada

José Enrique Abuín Gey asiste a la reconstrucción de la desaparición y muerte de la joven madrileña Diana Quer. Cabalar EFEFoto: atlas | Vídeo: ATLAS

El autor confeso de la muerte de la joven madrileña Diana Quer, José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle, ha asistido durante toda la mañana a la reconstrucción de la desaparición y homicidio de la joven madrileña, una prueba solicitada por la fiscalía y la acusación particular. Para ello, ha vuelto a salir de la cárcel pontevedresa de A Lama en la que permanece en prisión provisional. La prueba, a la que la defensa de Abuín Gey no se negó, ha servido para contrastar los detalles del relato ofrecido por el imputado ante el juez de Ribeira que instruye la causa y el recorrido, que ha abarcado cinco municipios a lo largo de cerca de 60 kilómetros, se ha extendido entre las 10.30 y las 16.30 horas.

Abuín Gey, con barba y vestido con pantalón de chándal, camiseta blanca y sudadera negra con capucha que ha quitado y puesto alternativamente, ha sido conducido sobre las 10 de la mañana al Juzgado de Instrucción Número 1 de Ribeira (A Coruña), que fijó para este 15 de junio la diligencia de reconstrucción de hechos en la causa sobre la muerte de Diana Quer. Del juzgado ha salido en primer lugar un Alfa Romeo gris plata casi idéntico al del rapto con policía judicial en su interior. 

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Cumpliendo el horario previsto, sobre las diez y media El Chicle, esposado, ha sido introducido por agentes de la Guardia Civil en una furgoneta blanca con una cámara que grabaría todo el recorrido. El vehículo, conducido por uno de los miembros de la policía judicial de A Coruña que participó en estas pesquisas y también en las del caso Asunta, ha partido rumbo al paseo litoral de A Pobra do Caramiñal (A Coruña). En este escenario Quer, que tenía de 18 años, desapareció sin dejar rastro la madrugada del 22 de agosto de 2016 durante las fiestas patronales. Su cadáver fue hallado 16 meses después sumergido en un pozo de una nave abandonada del cercano municipio de Rianxo.

La última vez que fue vista la joven se encontraba ante una pizzería, Mi Manda Picone, de regreso al chalé adosado de su familia, a un kilómetro del paseo. Diana Quer caminaba con su IPhone 6 blanco en la mano. Su último mensaje a una amiga advertía de que se estaba "acojonando" porque un hombre la estaba siguiendo y le decía: "Morena, ven aquí". En A Pobra la Guardia Civil ha desplegado hoy un perímetro de seguridad que se extiende hasta un kilómetro a partir de la pizzería y que abarca calles aledañas.

Con el juez Félix Isaac Alonso a la cabeza, los investigadores, junto a El Chicle, su abogada y el abogado de la familia Quer, se han dirigido al descampado trasero del paseo marítimo, donde acampaban los feriantes de aquellas concurridas fiestas del Carmen dos Pincheiros. Allí se han apeado de los coches para recibir las explicaciones del imputado por el crimen. Han simulado incluso con garrafas auténticas el momento en que supuestamente se hallaba en el lugar El Chicle, tal y como contó desde el principio, robando gasóleo de los camiones y caravanas de la fiesta. Han aparcado el Alfa Romeo en el punto exacto de la rúa Venecia (trasera al paseo de la playa) que él les ha indicado. Desde este lugar, a Diana Quer no le quedaba más que un corto recorrido de apenas 500 metros hasta su chalé.

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Durante la meticulosa reconstrucción y ya a cara descubierta, sin la capucha y a ratos sin la sudadera, El Chicle ha dado abundantes explicaciones en torno a su relato y escenificado con gestos y movimientos cada una de sus acciones de aquella noche. Los investigadores han mantenido abierto el maletero en varias ocasiones y han manipulado un maniquí con el que El Chicle ha simulado supuestamente el arrastre del cuerpo inerte hasta el vehículo.

En su última versión, modificada a medida que avanzaba la instrucción y se conocían las conclusiones de los forenses, Diana Quer murió ya en A Pobra, no más tarde en la nave de Rianxo. Los agentes desplegados en el pueblo de veraneo de la joven han instalado biombos de tela para no ser grabados por los medios de comunicación. Al mediodía, se han acercado al lugar de la prueba la madre y la hermana de la víctima, Diana López Pinel y Valeria Quer. La madre ha dicho que ha viajado a Galicia por voluntad propia, no para participar en las diligencias, sino para poder "ver a los ojos" al asesino de su hija. Pero no le han permitido aproximarse tanto.

Sobre las 12.20 horas, los investigadores han abandonado A Pobra para seguir el trayecto de El Chicle. La comitiva judicial ha recorrido la autovía do Barbanza, que vertebra esta comarca coruñesa, camino del viaducto de Taragoña, donde Abuín se deshizo del teléfono de la muchacha lanzándolo al agua en este extremo norte de la ría de Arousa. Después, han acudido a la vieja nave de gaseosas La Pitusa en Asados (Rianxo), donde en fin de año fue recuperado el cadáver de la víctima. El cuerpo se encontraba dentro de un pozo de agua dulce en el interior de la fábrica, con bloques de cemento atados a la cintura y los hombros como contrapesos.

La reconstrucción se ha extendido largamente dentro de la nave industrial. El Alfa Romeo ha sido aparcado en el lugar donde ha indicado Abuín, y el grupo, pertrechado con escaleras y herramientas, ha entrado, supuestamente como él mismo hizo el día del crimen, por un gran portalón metálico de la fábrica. De allí, por sorpresa, el grupo se ha trasladado a las inmediaciones de una casa de comidas en Padrón, a unos 25 kilómetros. Después, por las declaraciones de Ricardo Pérez Lama, el abogado que ejerce la acusación particular en nombre de los padres de la víctima, se ha sabido que a este enclave han ido para "completar el periplo de las andanzas" que Abuín les ha relatado y "en concreto" a buscar "elementos que faltaban". Es decir, objetos que jamás han aparecido y que El Chicle ha asegurado hoy haber escondido en este lugar, aunque Pérez Lama no ha querido confirmar si se trata de la ropa de la víctima. "No se ha encontrado nada", ha confirmado no obstante el letrado pasadas las cuatro de la tarde ya de vuelta ante los juzgados de Ribeira.

Esta diligencia fue ordenada por el juzgado instructor tras la solicitud realizada tanto por la fiscalía como por la acusación particular, ejercida por los padres de la joven. A principios de mayo, El Chicle aceptó por primera vez prestar declaración ante el juez que instruye la causa por la muerte de Diana Quer, Félix Isaac Alonso, y lo hizo para cambiar su versión. Según su nuevo relato, estranguló de forma "involuntaria" a la joven madrileña y no la atropelló, como había dicho en sus declaraciones de fin de año en los calabozos.

Según Ricardo Pérez Lama, la prueba de hoy ha servido para confirmar que El Chicle sigue mintiendo a pesar de su cambio de versión para casar su relato con los hechos que reveló la autopsia. "Hemos pedido esta prueba para contrastar, porque él ha ido adaptando y perfilando sus declaraciones según los hitos que ha ido conociendo durante el procedimiento", ha querido aclarar al terminar la ruta. "Si al principio decía que la había atropellado, después cambió su versión por la del estrangulamiento y el homicidio involuntario. Él hoy ha reconstruido a su entender, pero lo que se revela es que ha mentido", ha sentenciado el representante de los padres de Diana Quer. "Para nosotros estas vueltas turísticas están muy bien pero desde nuestro punto de vista no coinciden con la realidad. Hay múltiples contradicciones que revelan que no dice la verdad". A la pregunta de si se ha mostrado colaborativo, Pérez Lama ha respondido que en El Chicle "la colaboración siempre es a su favor".

Durante su interrogatorio, el 4 de mayo Abuín exoneró de toda responsabilidad a su esposa —inicialmente también investigada en la causa— y a cualquier otra persona y dijo que actuó solo aquella madrugada. También negó repetidamente que hubiera agresión sexual y sostuvo que desnudó el cuerpo de la joven madrileña únicamente para ocultar pruebas de su delito de homicidio.

El magistrado Alonso convocó a las partes aquel día para informarles de que el procedimiento será juzgado por un jurado popular y concretar las imputaciones. Abuín Gey, que entonces pidió declarar después de haber guardado silencio ante el juez en su anterior citación, está imputado por los delitos de homicidio o asesinato, detención ilegal y contra la libertad sexual. La acusación de agresión sexual se mantiene pese a que la autopsia realizada al cuerpo de la muchacha no ha podido demostrar este delito, aunque tampoco descartarlo.

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