El consultor Iván Redondo, figura clave en La Moncloa
El presidente se ha rodeado de un renovado equipo de estrechos colaboradores
Pedro Sánchez ha abierto una etapa nueva no solo con un Gobierno de 17 ministros, sino también con un renovado equipo de estrechos colaboradores en La Moncloa. El presidente socialista ha nombrado como director del Gabinete de Presidencia al consultor político Iván Redondo, su principal asesor en los últimos meses, que formó parte del Gobierno del popular José Antonio Monago en Extremadura. Sánchez se ha rodeado de un nuevo equipo sin aupar al de Ferraz.
Pedro Sánchez tiene nuevo núcleo de poder en La Moncloa, en el que destaca como mano derecha y figura clave su jefe de gabinete, Iván Redondo, un consultor político y analista en el que se ha apoyado el último año para las decisiones estratégicas y que no tiene vinculación con el PSOE. Tanto es así que fue consejero del Gobierno de José Antonio Monago (PP) en Extremadura, enfrentado al presidente socialista Guillermo Fernández Vara. El jefe del Ejecutivo ha elegido a un nuevo equipo para su gabinete, que completan el secretario general de presidencia y el secretario de Estado de Comunicación, en el que ha preferido no contar con sus dos colaboradores más cercanos en Ferraz.
Iván Redondo (San Sebastián, 1981), será el nuevo hombre fuerte de Pedro Sánchez en La Moncloa. El consultor llegó a Ferraz hace un año, tras la victoria del líder socialista en las primarias, como asesor externo pero personal del secretario general, y desde entonces fue ganando terreno en el entorno de Sánchez hasta el punto de estar en la cocina de la estrategia de la moción de censura que ha llevado a Sánchez a la presidencia del Gobierno. A Redondo se le atribuye el golpe de efecto del discurso del líder socialista en la moción cuando inquirió a Mariano Rajoy en pleno debate a que dimitiera en ese mismo momento para frustrar su llegada al Gobierno. También la preparación de Sánchez para poder hacer el discurso apoyado en papeles pero sin leer.
Un año antes, Redondo había anticipado en su blog de análisis político The War Room que el líder socialista podía ser presidente con una moción de censura. “Si enfocamos bien el ajedrez político que se avecina deben saber que hay altas probabilidades de que Sánchez pueda ser presidente. Bien a través de una moción de censura (si se suceden más escándalos en el seno del PP y se conforma esa mayoría alternativa) o tras el resultado de unas elecciones anticipadas”, escribió en mayo de 2017.
Sánchez ha visto en él un olfato especial para analizar el tablero político al que suele aplicar jugadas de ajedrez. La moción fue el jaque. Aunque fuentes de la dirección socialista afirman que importantes miembros de la ejecutiva venían promoviéndola muchos meses antes, y que Redondo no fue clave en la decisión de presentarla.
El nuevo jefe de gabinete del presidente socialista es licenciado en Humanidades y Comunicación. Fundó una consultora de comunicación política, Redondo & Asociados Public Affairs Firm, y, antes de centrarse en el trabajo para Sánchez, se dio a conocer al gran público como analista político en televisión y en varios periódicos. En su trayectoria destaca su papel como jefe de gabinete del expresidente extremeño del PP José Antonio Monago, que le nombró consejero de su Gobierno en 2012. En el PP asesoró también a Xavier García Albiol y a Antonio Basagoiti.
En su periodo en Extremadura fue “implacable” contra el presidente socialista Guillermo Fernández Vara, señalan en el PSOE extremeño, razón por la que Fernández Vara no encajó bien su llegada al PSOE, aunque ahora han recompuesto su relación. En el partido persisten no obstante recelos por cómo una figura ajena al PSOE ha logrado tanto poder hasta el punto de convertirse en el jefe de gabinete del presidente.
Su rol en La Moncloa está por definir. Cada jefe de gabinete en la sede del Gobierno ha tenido a lo largo de la democracia funciones diferentes. De ello depende la pretensión del presidente sobre lo que espera de la persona con la que más horas pasará. El cargo tiene las competencias que el presidente quiera. De ahí la diferencia tan abismal entre los jefes de gabinete que ha habido en Moncloa: desde diplomáticos a juristas de reconocido prestigio. El diputado socialista José Enrique Serrano, jefe de gabinete de los Gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, es un perfecto conocedor del Estado y hábil negociador, mientras el escudero de Mariano Rajoy, Jorge Moragas, cultivó más la escena internacional por su formación como diplomático.
El resto del equipo
Junto a Redondo estará en el equipo del presidente como secretario general de la Presidencia el jurista Félix Bolaños, un discreto militante madrileño del PSOE que trabajaba como abogado jefe en la asesoría jurídica y laboral del Banco de España y que era el experto legal de Ferraz. Bolaños fue leal al hoy presidente como secretario de la comisión de garantías del PSOE en el dramático comité federal que culminó con la dimisión de Pedro Sánchez.
Completa el equipo el periodista Miguel Ángel Oliver, (Madrid, 1963) secretario de Estado de Comunicación, un informador de larga trayectoria en la cadena SER y conductor del informativo de la noche de Cuatro. En Ferraz seguirá como directora de comunicación del partido su amiga íntima Maritcha Ruiz. Y desvinculado queda quien era hasta ahora su jefe de gabinete en Ferraz, Juanma Serrano, que volverá a su trabajo en la Federación de Municipios y Provincias.
Prioridad para Cataluña y para la reunión con Torra
El Gobierno no va a dejar pasar mucho tiempo para afrontar uno de los principales retos que tiene por delante: el desafío independentista en Cataluña. De hecho, se espera que hoy el primer Consejo de Ministros aborde un análisis inicial de la situación, según han indicado fuentes gubernamentales, con el objetivo de intentar restaurar la convivencia en esa comunidad autónoma. Además, Pedro Sánchez quiere celebrar en las próximas semanas una reunión con el nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, y desearía que fuera antes de agosto. La única duda que tiene el Ejecutivo es si debe esperar a que Torra la pida formalmente o, por el contrario, debe dar Sánchez el primer paso hacia la distensión.
El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, el catalán Josep Borrell, resaltó ayer durante su toma de posesión que España tiene ante sí el “mayor problema al que se puede enfrentar un país: la integridad territorial”.
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