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Gobierno de Pedro Sánchez
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Nadia Calviño: de Bruselas a Madrid para ser la nueva ministra de Economía

La directora general de la Comisión Europea ha protagonizado una carrera meteórica en las instituciones europeas

Nadia Calviño será la nueva ministra de Economía.Vídeo: EUROPA PRESS / EPV

Nadia Calviño (A Coruña, 1968) será la ministra de Economía del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. Serena. Metódica. Rigurosa. Perfeccionista. Ambiciosa. Pragmática. Socioliberal, pero con un perfil más técnico que político. Ferozmente europeísta. Así es, según quienes la conocen y han trabajado con ella. Y protagonista de una carrera meteórica en Bruselas, adonde llegó hace 12 años después de impresionar a los mandarines de Competencia por su papel en la saga Endesa-Gas Natural. Calviño es economista y abogada, y además del área de competencia ha tenido puestos destacados en la regulación del sector financiero tras el huracán de 2007 y, más recientemente, como directora general en la elaboración de los presupuestos europeos, una especie de rompecabezas que empezará a discutirse en los próximos meses.

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Madre de cuatro hijos, en la capital europea se le considera políticamente neutral, aunque es hija del primer director de RTVE en la era de Felipe González, José María Calviño. Además de ese pedigrí socialista, mantiene excelentes relaciones con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pero también con Ciudadanos, que hizo circular su nombre como posible gobernadora del Banco de España.

Calviño sabe, y sabe comunicar en varias lenguas (inglés, francés y alemán, además del español). Pedro Sánchez busca en ella una pátina de ortodoxia económica con el sello de Bruselas, imprescindible para una economía que ha incumplido sus objetivos fiscales sistemáticamente durante toda la Gran Crisis. Aficionada al cine de los 50, a la cocina y muy familiar, Calviño da una primera impresión de persona extremadamente amable, cordial, de lo más elegante en las formas. Pero sus colaboradores subrayan que es una negociadora durísima, como demostró durante toda su carrera en Madrid y después a lo largo de más de una década de imparables ascensos en Bruselas. Se cierra el círculo: Madrid-Bruselas-Madrid, en un momento crucial para la economía española, pero también para la eurozona, pendiente de unas reformas del euro que no terminan de llegar.

Sus colaboradores subrayan que es una negociadora durísima, como demostró durante toda su carrera en Madrid

Licenciada en Economía y Derecho, dio el salto a la Comisión Europea en 2006 tras más de una década trabajando en la Administración Pública española, básicamente en el Ministerio de Economía. Y era hasta hoy una de las españolas más influyentes en el brazo ejecutivo de la UE. En la Comisión empezó como directora general adjunta de Competencia; después ocupó el mismo puesto en el departamento de Servicios Financieros, donde participó en el diseño de la mayor parte de la legislación aprobada por la UE en respuesta a la crisis financiera junto a Michel Barnier. Desde 2014 ha sido la directora general de Presupuestos, como número dos del comisario alemán Günther Oettinger, y tenía a su cargo una plantilla de 500 personas. Desde ese puesto ha gestionado un presupuesto de un billón de euros que no puede tener déficit. Quizá por eso sea la elegida por el presidente del Gobierno para dar la cara en el Eurogrupo.

Esta mañana, en Bruselas: "Hace falta impulsar la diversidad"

LUIS DONCEL, Bruselas

Nadia Calviño, esta mañana antes de ser conocido su nombramiento, ha participado en un acto en Bruselas. “No voy a comentar rumores”, respondía a primera hora de la mañana del martes a EL PAÍS al ser preguntada por las quinielas que le situaban como la próxima responsable de Economía. Calviño participaba en un foro sobre mujeres y economía, en el que defendió sin titubear la importancia de abordar la perspectiva de género en sectores con gran presencia masculina (“muy testosteronizados”, según sus palabras) en los que lleva largos años, con puestos de gran relevancia en la Comisión Europea. “Hace falta impulsar la diversidad. Porque si no hay distintas perspectivas, es fácil cometer errores. En los sectores en los que estamos las mujeres se toman decisiones mejores. Y allá donde estamos, marcamos una diferencia”, aseguro Calvino, que está a punto de convertirse en la segunda mujer –tras Elena Salgado- en hacerse cargo de Economía. Calviño aplaude iniciativas como la recién lanzada por un grupo de catedráticos y expertos, que se han comprometido a no acudir a conferencias en las que todos los participantes sean hombres.

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