La investigación concluye que la muerte de una joven en el campo de tiro de Granada fue un crimen machista
Las amigas de la víctima reconocen que él la maltrataba y que en alguna ocasión le había pegado en la calle
Mar Contreras Chambó murió asesinada. A continuación, el presunto asesino se pegó un tiro también. Esa es la conclusión del informe de la Guardia Civil sobre la muerte de una pareja ocurrida el jueves 11 de mayo en el campo de tiro de Las Gabias (Granada) y así se lo ha transmitido este jueves el subdelegado del Gobierno en Granada, Francisco Fuentes, a los padres de la joven. No había dudas de que él había disparado sobre ella y luego sobre sí mismo, pero quedaba por clarificar si la muerte de Mar se había producido por un disparo accidental o si era intencionado, es decir, un asesinato machista.
La Delegación del Gobierno ha calificado oficialmente los hechos como violencia de género con lo que ascienden a 12 las mujeres asesinadas en lo que va de año. Los investigadores han determinado que José Miguel Fernández mató a su pareja voluntariamente. La joven, de 21 años y estudiante de tercer curso de Filología Hispánica, murió en el acto de un tiro realizado en un punto ciego del sistema de cámaras de videovigilancia del recinto. El asesino se suicidó a continuación de un disparo y tardó algunos minutos en morir. El homicida era habitual en el campo de tiro y contaba con licencia de armas. Aunque hasta el día de los hechos no existían denuncias ni antecedentes oficiales de malos tratos, los amigos y amigas más cercanas aseguran ahora que él la maltrataba física y psicológicamente, aunque no valoraron su importancia.
Apenas 24 horas después de los hechos, y sin que se conociera aún la investigación policial, la realidad de un asesinato machista cobró fuerza entre quienes conocían la realidad de la pareja. Una de las amigas de Mar Contreras advirtió en su muro de Facebook el sábado: “La ha matado”. “Que no hubiera denuncias no significa que Fernández no la hubiera agredido”, cuenta otra amiga cercana: “Estuvieron saliendo y lo dejaron porque se peleaban mucho. La cosa no iba bien. En noviembre pasado, más o menos, decidieron intentarlo otra vez. Unos días después él le pegó en la calle. Le aconsejamos que denunciara y dio los primeros pasos pero, finalmente, no lo hizo”. En uno de los comentarios Mar dice a una amiga: “No creo que me vuelva a poner la mano encima”. Ante la presión de sus amigas, Mar les aseguró que dejaría la relación. Eso, dice una amiga, “nos dejó más tranquilos”.
Mar Chambó, madre de María del Mar y de su hermana de 16 años, no encuentra consuelo. Es ahora cuando ha descubierto que María del Mar le había contado a sus amigas y amigos que él la maltrataba. “Si alguien me lo hubiera dicho, lo más mínimo, lo que fuera, se hubieran puesto los medios. Lo hubiéramos denunciado, la habríamos alejado de él… pero nadie nos contó nunca nada”.
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