_
_
_
_

“En España no hay ni presos políticos ni exiliados”

El secretario general de CC OO, Unai Sordo, explica la posición del sindicato tras la participación de su rama catalana en la manifestación en apoyo a los presos del procés

La presencia de las ramas catalanas de CC OO y UGT en la manifestación por los presos del procés ha envuelto a los sindicatos mayoritarios en la polémica, la tensión interna y las críticas. Unai Sordo (Bilbao, 1972), líder de CC OO desde hace menos de un año, explica su posición basándose, una y otra vez, en un comunicado conjunto (con UGT) que el Consejo Confederal de la central aprobó por unanimidad.

Pregunta. ¿Se siente cómodo cuando ve a CC OO en una manifestación con miles de pancartas por los “presos políticos” y por la independencia?

Respuesta. Me siento cómodo con la posición del sindicato en Cataluña, que no ha estado en esa manifestación por creer que hay presos políticos sino por creer que hay que tender puentes y salir de la fractura social. Me siento cómodo con un sindicato que dice que se necesita un Govern que, desde la legalidad, renuncie al procés y por un Gobierno central que apueste por el diálogo.

P. ¿En España hay presos políticos?

R. En mi opinión, no.

P. ¿Y exiliados?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

R. En mi opinión, no. Hay personas que hace poco ejercían responsabilidad política que están en prisión preventiva sin juzgar. Y a mí este escenario me preocupa por ser una situación indeseable. El sindicato no cuestiona las actuaciones judiciales, sabíamos que las habría tras el 6/7 de septiembre y la DUI. Lo que hemos dicho es que hay excesos judiciales en la tipificación de algún delito [en referencia a la acusación de rebelión] y un abuso de la prisión preventiva… y no solo en Cataluña.

P. Esa manifestación pedía la libertad de lo que llaman presos políticos. En la medida en la que CC OO participa, lo comparte.

R. En una manifestación las pancartas o los gritos son incontrolables, el sindicato se siente vinculado a la posición que ha mantenido en este tema. En Cataluña hay un conflicto político que puede tener derivadas judiciales cuando alguien incumple las leyes, pero que no se puede resolver desde la judicialización de la política. No soy tan ingenuo de no ser consciente de que una parte del independentismo puede utilizar este tipo de manifestaciones para avalar su relato del procés.

P. Como así ha sido.

R. Como así ha sido.

P. Y su presencia lo avala.

R. No. Decimos con claridad que pedimos un Govern para recuperar la autonomía catalana, dejar atrás el 155 y el procés. Jugamos un papel de vertebración social y territorial y espero que un día se reconozca.

P. Suelen tener pocos gestos con el bloque constitucionalista.

R. Es que nos negamos a asumir que las sociedades se tengan que construir en bloques. El sindicato tiene una relación normalizada con fuerzas que no estaban en la manifestación: Comunes, PSC…

P. ¿Y con Ciudadanos, primera fuerza catalana?

R. A día de hoy no sé por qué Albert Rivera no tiene una fecha para hablar con CC OO, la primera organización sindical y social de España.

P. ¿Participaría CC OO en manifestaciones de Sociedad Civil Catalana (SCC)?

R. Eso tendría que verlo la confederación de Cataluña con las connotaciones y el contenido de lo que se plantee. A veces los escenarios de normalización no se dan en manifestaciones.

P. Ha explicado que participaron en la manifestación del domingo para tender puentes.

R. No centraría la cuestión en la manifestación, sino en crear un espacio lo más transversal posible. Hablar de transversalidad requiere la composición de un Govern que salga del procés. Si no se va a un escenario fuera de la unilateralidad, no se va a recomponer la normalidad política en Cataluña. Es lo que hemos dicho en nuestro comunicado.

P. Pero más allá de comunicados, ¿cómo encaja ir a una marcha con sesgo independentista y dudar de ir a otra de SCC?

R. No participamos en una manifestación para avalar el proceso independentista. Participamos en una manifestación que busca rehacer un espacio de convivencia.

P. En la manifestación no había entidades no soberanistas.

R. Era una manifestación que no es todo lo plural que es la sociedad catalana, esto es evidente.

P. ¿CC OO es constitucionalista?

R. CC OO entiende que la Constitución es un marco potente de garantía de derechos. Conviene reformarlo, pero no estamos en una posición anticonstitucionalista, faltaría más.

P. ¿Les han presionado los líderes del procés para sumarse a sus movilizaciones?

R. No. Hay intereses políticos en condicionar la posición de los sindicatos, pero hemos tenido una posición autónoma. He hablado con líderes políticos del independentismo que me han expresado la necesidad de buscar una salida al procés. La pelota está en el tejado de quienes han ganado la mayoría. Se necesita un Govern dentro de la legalidad, no se puede seguir por la vía de confrontación.

P. ¿Qué reprocha CC OO a los independentistas?

R. No comparto nada la estrategia política llevada desde los días 6 y 7 de septiembre que busca construir una legalidad paralela que termine en una DUI y que pretende construir desde la pseudolegalidad una república supuestamente independiente. El mayor reproche que se puede es que es un proyecto político sin recorrido real que tensionaba Cataluña de forma evidente.

P. Este año ha habido dos grandes movilizaciones no protagonizadas por los sindicatos en temas que siempre han hecho suyos: mujeres y pensiones. ¿Se han visto sobrepasados?

R. El sindicato tenía que estar [en el 8 de marzo], pero nadie debía canalizar esa movilización. Esto no va de movilizaciones clásicas, y por eso hicimos una convocatoria de paro parcial y fuimos a las manifestaciones a las que, por cierto, hemos ido toda la vida.

P. ¿Y no cree que se quedaron cortos frente a quienes hicieron una convocatoria general?

R. No, no era lo que demandaba la gente en las empresas. Respeto mucho la orientación que le quiso dar parte del movimiento feminista de paro total solo de mujeres. Lo importante era la movilización, el malestar social creciente al que hay que ponerle el oído porque expresa un malestar muy potente de muchas mujeres, sobretodo, jóvenes, que está diciendo claramente que se sienten desiguales, discriminadas, atacadas…

P. ¿Les preocupa perder el liderazgo en la movilización social?

R. Me preocuparía que nadie se movilizara cuando este país crece al 3% y la riqueza que se genera no se distribuye.

P. ¿Eso es que no?

R. Me preocupa que seamos capaces de jugar un papel determinante en cómo se moviliza el país y en cómo esas movilizaciones se concretan en medidas que mejoren la vida de las personas. Asistimos a movilizaciones novedosas, horizontales, se dice que a través de redes, también creo que tiene que ver con el foco mediático de cada momento. El sindicato debe aprender a convivir y dialogar con esto, pero eso no es transfigurarse. Somos un movimiento social, pero también somos un agente social: una organización legitimada para negociar con empresas, patronales y gobiernos.

P. Ustedes están negociaciones que no avanzan, ¿temen verse cómplices del Gobierno?

R. En ningún caso. Somos críticos con la parálisis del diálogo social. Vamos a hacer propuestas: salarios, pensiones, igualdad, precariedad, fiscalidad. Diremos claramente que o esto tiene recorrido o el conflicto crecerá.

P. ¿Empezarán por salarios?

R. Sí. Es el elemento central, con los más bajos en particular. Tenemos que intentar llegar a un acuerdo [con la patronal] pero claro, no nos vale cualquier pacto. No podemos ir a uno sin recuperación salarial nítida y esto exige o convencer con razones a la patronal o tratar de convencerla por la movilización.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_