El Congreso quiere dejar de ser “de los Diputados”

La Comisión de Igualdad del Congreso ha respaldado este jueves una iniciativa para que el Congreso de los Diputados se denomine solo Congreso en aras de un lenguaje más inclusivo entre sus parlamentarios y parlamentarias. La propuesta, aprobada por 19 votos contra 17, fue debatida el pasado diciembre y ha esperado a tener luz verde de la Mesa del Congreso al paralizarse entonces la votación por parte del PP y Ciudadanos, que entendieron que la Comisión de Igualdad podía estar excediendo sus competencias.

Más información

Las mujeres juzgan al machismo en el Congreso

El Congreso aprueba el pacto para atajar la violencia machista con la abstención de Podemos

La defensora de esta propuesta, la portavoz de Igualdad de Compromís, Marta Sorlí, señaló durante el debate, que tuvo lugar en diciembre, que este cambio no constituiría una novedad en el léxico institucional, como ocurre con el Senado o los Ayuntamientos, que “no son de los senadores ni de los concejales". Entonces,  Compromís subrayó la necesidad de que el Congreso y todas las instituciones fueran ejemplo de la inclusión y del lenguaje que hiciera que todas las personas, independientemente de su sexo, se sientan parte de las instituciones.

La iniciativa acuerda promover, en el momento en que se lleve a cabo una reforma abierta de la Constitución, un cambio de denominación del artículo 66.1 sobre el "Congreso de los Diputados” por “Congreso”, igual que ocurre en la Cámara alta.

Lenguaje inclusivo y no discriminatorio

Compromís acordó con PSOE y Unidos Podemos la inclusión en el texto de varias propuestas, como solicitar la formación del personal funcionarial del Congreso y servicios de traducción para que en el primer trimestre de 2018 se pueda hacer realidad la utilización de "un lenguaje inclusivo y no discriminatorio en el trabajo que envuelve la vida parlamentaria".

En la misma sesión se ha aprobado, con la abstención del PP y Ciudadanos, una iniciativa del PSOE que insta al Congreso a cumplir con la igualdad efectiva entre hombres y mujeres en la elección, tanto de los miembros de la Mesa como del resto de sus órganos. El texto propone que la representación de un género en estos órganos no supere nunca el 60% y, en consecuencia, el otro tampoco sea inferior al 40%.

La Comisión de Igualdad también ha dado su visto bueno por unanimidad a otra iniciativa socialista que urge al Gobierno a analizar las necesidades técnicas, operativas y legales para que en el historial clínico figuren indicadores de seguimiento de víctimas de violencia machista. La proposición no de ley solicita a la Comisión contra la Violencia de Género, creada en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que tenga listo ese informe en un plazo de 18 meses.