Manifestación en Palma para exigir que los médicos no tengan que aprender catalán
La marcha ha sido impulsada por la plataforma “Mos Movem” y apoyada por Ciudadanos y PP.
Alrededor de 2.500 personas, según la policía nacional, han salido este domingo a la calle en Palma para exigir que el personal sanitario no tenga que cumplir el requisito de aprender catalán para promocionar en los centros sanitarios públicos de las islas. Bajo el lema Los idiomas no salvan vidas. Por una sanidad sin fronteras lingüísticas la manifestación ha sido convocada por la plataforma “Mos Movem” surgida hace unos meses a través de las redes sociales con el objetivo de protestar contra la intención inicial del gobierno de la socialista Francina Armengol de exigir el catalán para acceder a un puesto en la sanidad pública balear.
El Gobierno balear planteó hace meses la aprobación de un decreto que obligara a quienes opositaran a una plaza pública a tener un conocimiento de nivel medio del catalán. La iniciativa contó con el rechazo frontal de todos los sindicatos del sector sanitario que votaron en contra del decreto en la mesa sectorial donde se debatió. Tras una oleada de críticas y la oposición de buena parte del sector, el Ejecutivo liderado por el PSOE y los nacionalistas de Més inició una nueva negociación con los sindicatos que culminó hace dos semanas con la aprobación inicial de un nuevo decreto que rebaja a niveles mínimos la exigencia y presencia del catalán en la sanidad.
La nueva medida, respaldada por todos los sindicatos con representación en la mesa de negociación excepto el Sindicato Médico de las islas y el CSI-CSIF, contempla la exención del conocimiento del catalán para acceder al concurso de oposiciones que se convocará en los próximos meses. Una vez obtenida la plaza los profesionales sanitarios tendrán dos años de plazo para obtener un título básico de catalán, el segundo o tercer nivel de un total de seis. Si no lo obtienen tendrán vetada la solicitud de traslados, los ascensos y el acceso a la carrera profesional aunque podrán seguir ejerciendo y siendo los titulares de la plaza obtenida en la oposición. En el caso del personal temporal no habrá penalizaciones si no acreditan el conocimiento de la segunda lengua.
“Al principio la postura era radical e intransigente porque se producía una interferencia en la igualdad al acceso laboral al excluir a profesionales por no tener el requisito a pesar de que llevaban trabajando aquí 15 años y lo entienden perfectamente” afirma a pie de pancarta el líder del Sindicato Médico, Miguel Lázaro, que considera que el nuevo decreto “es un requisitazo que vincula el conocimiento del catalán a la carrera profesional cuando ninguna comunidad vincula la promoción profesional a la acreditación lingüística. Siempre hemos pensado que tiene que ser un mérito”. El Sindicato Médico sostiene que la exigencia del conocimiento de la segunda lengua pone palos en las ruedas “a la captación y fidelización de médicos” ya de por sí complicada en las islas mejores debido a los elevados precios de la vivienda, como en el caso de Ibiza, y los precios de las conexiones aéreas.
En contra del requisito
“Me parece un absurdo que si quiere venir un cirujano cardíaco prime más el catalán que no que sepa cirugía cardíaca” sostiene el doctor Salvá, que se manifiesta junto a su compañero médico de familia originario de Zaragoza pero en Mallorca desde 2003. “Nunca he tenido ningún problema con el idioma. Si quieren examinarnos de catalán que lo hagan específico para sanidad porque lo que buscas es un diálogo entre paciente y médico. No puede ser obligatorio para poderte trasladar dentro de la propia isla, no está bien” dice Juan Urieta.
“Yo habló catalán, la modalidad lingüística menorquina, tengo el nivel C de catalán y nunca he tenido ningún problema” señala el doctor Claudio Triay, que subraya que los facultativos en la isla también hablan otros idiomas como el inglés y el alemán debido a la elevada presencia de pacientes extranjeros. “Me parece absolutamente injusto que se produzca una discriminación por un tema de lengua cuando la gente la entiende perfectamente y además sin base, porque es un problema inexistente” recalca José María, que acusa a la clase política de “buscar problemas donde no hay”.
La impulsora de la plataforma “Mos Movem”, la empresaria menorquina Úrsula Mascaró, defiende que el catalán sea un mérito en el acceso a la sanidad pero no un requisito. “En Menorca no ha habido ninguna queja por el tema del catalán y en Baleares de 7.000 quejas sólo ha habido cinco porque querían que les hablasen en catalán” dice Mascaró, que recuerda que los enfermeros y médicos de la península que acuden a trabajar a las islas dejarán de hacerlo al contar “con la traba” del catalán para ejercer.
La plataforma, que próximamente se constituirá en “Sociedad Civil Balear” con funciones similares a la catalana, aboga por un cambio en el Estatuto de Autonomía para eliminar la denominación del catalán e incluir el idioma balear con las modalidades de cada una de las islas. También apuestan por la derogación de la Ley de Normalización Lingüística aprobada por el PP hace más de veinte años para garantizar la presencia de la segunda lengua en la vida pública de las islas y que, según afirmaron esta semana en una rueda de prensa, tiene gran parte de culpa en el “adoctrinamiento en las aulas” que según subrayan se produce en las escuelas de Baleares.
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