_
_
_
_
Crónica
Texto informativo con interpretación

Lecciones en sepia

Los tres padres vivos de la Constitución dieron lecciones magistrales, con el inconveniente de poner en evidencia un nivel político que está a años luz de los que tenían delante

Íñigo Domínguez
Miguel Herrero de Miñón, a su llegada a las comisión sobre el modelo autonómico.
Miguel Herrero de Miñón, a su llegada a las comisión sobre el modelo autonómico.EFE

La sala donde ha tenido lugar la comisión para revisar la Constitución tiene colores ocres, ambiente antiguo y luz de trasatlántico, hasta un carillón que da las horas. En el fondo, los retratos en sepia de los siete padres de la Constitución, y los únicos tres vivos pasaron como abuelos sabios por el hogar familiar a contar sus secretos a los nietos. Herrero de Miñón, con sombrero y maletín, parecía que acababa de bajarse del tranvía de otra época. Pero qué época, y qué personajes. Dieron lecciones magistrales y, en efecto, en demasiadas ocasiones los diputados actuales parecían chiquillos, perdidos en sus risibles politiqueos del día o a años luz de estatura. Cuando dejaba de hablar alguno de los ponentes se caía el alma a los pies al comprobar la caída de nivel. Los discursos de Adriana Lastra, del PSOE, podían haber servido igual para inaugurar un pantano y apenas hizo preguntas.

El azar ha querido que sobrevivieran tres ponentes originales de derechas —Pérez-Llorca el más a la derecha— y ninguno de izquierda, y los socialistas quizá no preguntaron por temor a que les contestaran lo que no querían oír, aunque sobre el modelo federal lo oyeron de todas maneras, pero tal prevención a las ideas contrarias no hizo más que aumentar la añoranza del libre flujo de ideas y el debate a tumba abierta del 78. Casi parecía que era el PP el impulsor de la comisión, porque aparentaba más curiosidad, cuando está ahí, como Ciudadanos, para asegurarse de que no se toca nada. A los tres les preguntaron si era el momento de cambiar la Constitución, y todos dijeron que no, pero puede que en sus adentros pensaran que mucho menos con los que tenían delante.

Más información
Herrero de Miñón rechaza el modelo federal ante una reforma constitucional
La comisión sobre el modelo territorial echará a andar sin nacionalistas ni Unidos Podemos

También por los que no estaban. Es probable que en Unidos Podemos se dieran cabezazos en la pared al ver el juego que podían haberle sacado ellos, que braman contra el régimen del 78, y allí tenían en carne y hueso a sus padres, una ocasión irrepetible para matar al padre en directo, o al menos para que los demás comprobáramos si eran capaces, porque lo cierto es que lo hubieran tenido realmente difícil. Herrero de Miñón, Roca, los más brillantes, y Pérez-Llorca hablaron desde la experiencia, la sabiduría, la distancia, la retranca y, también, el cariño. En fin, con libertad. Llamaba la atención que incluso escuchaban a todos con atención, y es que eran los únicos sin móvil. Contaron batallitas, paradojas que chirrían en los esquemas de hoy, se cargaron tranquilamente el Senado como una triste concesión a los políticos para colocar a sus acólitos y dieron repasos históricos y de política comparada hasta con el federalismo en India. Con ellos parecía posible hablar y entenderse. No dio la impresión de que nadie les hiciera sombra, solo la pelota.

Sí aparecieron por sorpresa Campuzano y Xuclà, del PDeCAT a escuchar a Roca, que pese a ser de su estirpe no deja de ser un hombre de lo que fue Convergència, que se declaró fan de la Constitución y ha defendido como abogado a la Infanta. También a ellos les cayó algún palo. "Ha estado maravilloso", dijo incluso Martínez Maillo, del PP, cuando terminó. Roca les deseó lo mejor, y desde luego es lo mejor lo que haría falta.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Íñigo Domínguez
Corresponsal en Roma desde 2024. Antes lo fue de 2001 a 2015, año en que se trasladó a Madrid y comenzó a trabajar en EL PAÍS. Es autor de cuatro libros sobre la mafia, viajes y reportajes.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_