Rajoy advierte de que seguirá siendo muy restrictivo con los indultos a políticos

No le gustan las hipótesis ni las especulaciones pero sí asume que entre sus responsabilidades está emitir opiniones políticas de casi todo. De Cataluña o del Mundial de Fútbol. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sí quiso aclarar este viernes, desde Bruselas y tras finalizar el último Consejo Europeo del año, que no está a favor de aplicar o conceder indultos a políticos. Fue un aviso para Miquel Iceta, el candidato del PSC que ha avanzado esa posibilidad en esta campaña, pero también para cualquier otro aspirante a la presidencia de la Generalitat de Cataluña que se lo plantee en su agenda futura de negociación con el Gobierno central. Rajoy avisó de que seguirá siendo "enormemente restrictivo" con la concesión de indultos y más para políticos. Y defiende que cuenta para ello con el respaldo de la sociedad española.

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Ante el debate planteado por Miquel Iceta, en la campaña y dentro de su propio partido y el PSOE, el presidente Rajoy intentó este viernes ser contundente: "El Gobierno ha sido enormemente restrictivo en la concesión de indultos, y más a políticos". Luego añadió que no tienen sentido "las quintas derivadas" sobre escenarios hipotéticos y futuros y recalcó que de momento "nadie ha sido citado ni ha habido un juicio ni hay una resolución de los tribunales ni petición de indulto ni por tanto hay caso" y no procede pronunciarse más sobre el asunto.

Cuando se inquirió a Rajoy sobre la posibilidad de que un futuro presidente de la Generalitat catalana de una formación no independentista (como Inés Arrimadas de Ciudadanos o Miquel Iceta del PSC) saliente de las elecciones del 21-D le requiriera ese indulto para los políticos catalanes presos por su actuación en estos últimos meses, el presidente apuntó primero que no quería especular ni adelantar nada sobre esa tesis pero recalcó de nuevo: "El Gobierno ha sido enormemente restrictivo con los indultos, y lo ha sido mucho más en el caso de dirigentes políticos y lo que también digo es que la inmensa mayoría de la opinión pública española es la que le ha pedido al gobierno que actúe como ha actuado hasta el presente momento".

Sobre las encuestas de cara a las elecciones del 21-D publicadas este viernes por la mayoría de los grandes periódicos españoles, Rajoy se centró en comentar el aspecto que más le interesaba: el previsible aumento de la participación en el voto de los catalanes y para insistir en que eso siempre es bueno. "Yo creo que es muy positivo que la gente vaya a votar y yo desde luego, aprovecho aquí como estoy haciendo estos días de campaña en Cataluña, para animar a la gente a votar".

La conclusión o interpretación que para Rajoy están diciendo la mayoría de las encuestas publicadas "es que eso que algunos nos anunciaban de un masivo apoyo a la independencia de Cataluña es lisa y llanamente una falsedad".

El panorama electoral catalán dibuja por primera vez, según el sondeo de Metroscopia publicado este viernes por EL PAÍS, un bloque de partidos constitucionalistas que supera en votos (44,9%) a las formaciones independentistas (43,8%). Los secesionistas, sin embargo, suman más escaños, aunque ni un bloque ni el otro alcanza la mayoría absoluta. Los comunes, el partido de Xavier Domènech y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, refuerzan su papel como árbitro de la situación; todo ello en un escenario marcado por un nivel récord de participación, que alcanzará entre el 81 y el 82%.

El líder del PP se quedó también con otra idea fuerza que le transmiten esos sondeos y que tiene que ver con la imagen de una fuerte división en la sociedad catalana. No habló de datos ni de posiciones de los partidos ni del hundimiento del PP. Pero sí expresó su deseo de que tras las elecciones del 21-D "se abra una etapa política que esté basada en la normalidad, en la tranquilidad, en la que los gobernantes cumplen la ley y no salten por encima de la ley y en la que los gobernantes cumplan las resoluciones judiciales porque si no entramos en una situación que nada tiene que ver con una democracia moderna".

Rajoy destacó, sobre el futuro de Cataluña, que lo importante ahora era olvidar y superar la etapa vivida en los últimos tiempos, que calificó de "nefasta" y a la que achacó la fractura que se registra en la sociedad catalana entre familias, grupos, personas y partidos.

El jefe del ejecutivo volvió a recordar este viernes en Bruselas lo que dice explícitamente el decreto aprobado por el Gobierno y luego por el Senado con el que entró en vigor la aplicación del artículo 155 de la Constitución sobre su vigencia y duración. Rajoy enfatizó así que aquella decisión tomada el pasado 21 de octubre fue "ponderada, proporcional y razonable", que era "absurdo" pensar que el Gobierno no fuera a hacer nada ante los retos separatistas que se plantearon y reiteró que aquella decisión fue "excepcional" y debe durar lo menos posible: "Ante una situación excepcional, se tomó una medida excepcional y las medidas excepcionales no deben prolongarse en exceso en el tiempo".

El líder popular destacó que entonces, cuando se aprobó ese excepcional 155, algunos le criticaron porque les pareció una medida muy fuerte y a otros les pareció menos fuerte pero él sostiene que lo relevante es el mensaje que llevaba detrás esa actuación: "No pretendemos gobernar la Generalitat sino recuperar la normalidad y la ley". Y que se abra otra etapa totalmente distinta en Cataluña.