Las malas noticias del CIS para Podemos
Iglesias se convierte en el líder peor valorado por los suyos, mientras su partido cae en las encuestas y pierde simpatizantes entre quienes le votaron
El último barómetro del CIS trae malas noticias para Podemos y su coalición. En unas hipotéticas elecciones, Unidos Podemos podría perder hasta tres puntos respecto junio de 2016. Llevan meses a la baja y la tendencia continúa. El CIS hizo sus entrevistas entre el 2 y el 11 de octubre, en la primera fase de la crisis catalana y justo después del 1-0. Desde entonces es probable que la fuerza que lidera Pablo Iglesias haya empeorado sus resultados. Se han publicado seis sondeos y Unidos Podemos (UP) y sus confluencias rondarían el 17,5% de los votos. En el promedio de encuestas están empatados con Ciudadanos y casi 6 puntos detrás del PSOE, que se acerca al 25% de los votos.
Pero estos no son los únicos datos negativos para Podemos y su líder. En el último barómetro del CIS hay cuatro preocupantes para la formación.
1. Unidos Podemos pierde fieles. La coalición que lidera Iglesias tuvo durante meses votantes entusiastas. Ahora tiene la fidelidad más baja de los grandes: sólo el 63% de sus exvotantes repetirían su voto por la coalición o sus confluencias. Es el partido con más indecisos: un 21% de sus votantes responden que no votarían o no saben por quién. Pero además, y esto es más preocupante, Unidos Podemos sufre fugas importantes. Un 5% de quienes le votaron dice al CIS que ahora votaría al PSOE, y otro 4% que lo haría por Ciudadanos. La coalición morada tiene saldos negativos con los dos partidos inmediatamente a su derecha.
La otra formación con fugas es el PP, que pierde un 10% de partidarios en beneficio de Ciudadanos. No obstante, las experiencias de 2015 y 2016 sugieren que el partido de Rajoy podría revertir esas pérdidas cuando se acerquen unos comicios.
2. Unidos Podemos también pierde simpatizantes. En octubre del año pasado Unidos Podemos (sin confluencias) era el partido que lideraba esta estadística: un 75% de sus votantes declaraban simpatía o cercanía por Podemos o IU. Pese a su juventud, con esa cifra batía al PP (74%) y al PSOE (73%), y claramente a Ciudadanos (65%). Desde entonces Unidos Podemos es el partido que más simpatizantes ha perdido. Su dato ahora es el peor de todos: sólo un 63% de quienes le votaron siguen declarándose simpatizantes.
3. Crecen las simpatías por Izquierda Unida. Los datos de simpatías traen otra mala noticia para Pablo Iglesias: la pérdida de simpatizantes que sufre Unidos Pode se ha concentrado en Podemos, mientras que sube el porcentaje de votantes de la coalición que simpatiza con su otro socio, Izquierda Unida. Hace un año, el 55% de los votantes de UP simpatizaba con Podemos y solo el 20% lo hacía con IU. Un año después los simpatizantes de Podemos han caído hasta el 36% (son un tercio menos), mientras que los de IU suben del 20% al 26%. El número de votantes de Unidos Podemos —sin incluir aquí sus confluencias— que simpatizan con Podemos e IU se ha igualado en el último año.
4. Cae la popularidad de su líder. Desde octubre pasado, la valoración de Pablo Iglesias entre quienes votaron por Unidos Podemos ha pasado del notable (7) al aprobado (5,75). Se ha convertido en el líder pero valorado entre los suyos, detrás de Sánchez (6), Rajoy (6,5) y Rivera (6,7).
La caída de Iglesias es menor entre los votantes de sus confluencias en Cataluña (6,2) y Valencia (6,3). Es un argumento para quienes creen que el retroceso de Podemos está motivado, al menos en parte, por su posición en la crisis catalana. También apoya esa idea la valoración de Alberto Garzón. El líder de IU supera a Iglesias entre los votantes de Unidos Podemos —consigue un 6,5—, pero no entre los votantes de En Comú Podem, que lo valoran con un 5,8.
Estos datos del CIS deberían preocupar a Podemos. El partido ha perdido simpatizantes y sus líderes son peor valorados por sus antiguos votantes. En Podemos pueden argumentar que no hay elecciones cerca y que sus partidarios podrían estar agazapados, indecisos en un momento incómodo para su formación. Algo parecido a lo que pasó con el PSOE hace unos meses. Pero la situación en Podemos es más preocupante porque el partido sufre fugas. Eso es más peligroso. Es sencillo convencer a los indecisos para que repitan su voto, pero es mucho más difícil recuperar votantes fugados.
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