Juana Rivas: “Estoy muy feliz de poder abrazar a mis hijos”
El juez ha ordenado a Arcuri que lleve a los hijos al hotel donde se hospeda la madre, con la que pasarán las próximas 24 horas
Hoy sí. Sobre las dos de la tarde del martes, los dos hijos de Juana Rivas han podido reencontrarse con su madre, a quien no veían en persona desde finales de agosto. El 28 de ese mes, los menores, de 3 y 11 años, fueron entregados a su padre, Francesco Arcuri, quien se los llevó de vuelta desde Granada a Italia al día siguiente. El reencuentro podía haber tenido lugar desde el lunes a media tarde pero Arcuri no llevó los niños al lugar que le había indicado Rivas, en Cagliari.
El nuevo capítulo de la historia de Juana Rivas y su expareja, se ha escrito esta mañana en Cagliari, donde ambos han sido citados en el proceso sobre la custodia de sus dos hijos menores. Los dos progenitores se han visto por primera vez desde que hace un año y medio Rivas se marchó de la isla de Carloforte (Cerdeña), donde vivía con sus dos hijos. El juez ha pospuesto la vista hasta el próximo 30 de noviembre, pero Rivas ha podido reunirse con sus hijos, con los que estará hasta este miércoles por la mañana.
Justo a la salida del juzgado, la granadina ha atendido a EL PAÍS por teléfono. “El juicio ha ido bien y estoy muy feliz porque voy ahora voy a poder abrazar a los niños, ocuparme de ellos aunque sea por un rato. Vamos dando pasos hacia una normalidad. Sé que el sufrimiento seguirá todavía un tiempo, pero estaré fuerte hasta que pueda volver a estar con ellos”, ha señalado desde el coche que la llevaba a reunirse con sus hijos.
Rivas ha explicado también que solo ha visto de “refilón” a Arcuri y que no quiere hablar con él. De momento, asegura, solo piensa en estar con los pequeños. “Les he echado de menos mucho y me queda ser fuerte porque mañana me voy a despedir de ellos. Les quiero dar positividad y que se sientan arropados. Hoy haremos lo que ellos quieran, como si prefieren quedarse en el hotel jugando”.
La vista a puerta cerrada ha comenzado a las 9.00 de la mañana. Los abogados de Rivas, que estuvo casi un mes en paradero desconocido antes de entregar a sus dos hijos a su expareja, han tratado de exponer su situación como víctima de malos tratos y han reclamado la custodia de sus hijos para que regresen a España.
Retraso en la entrega
La vista ha empezado mal, porque un juez había decretado que la madre de los pequeños podría estar con sus hijos desde el lunes por la noche hasta mañana, que volverá a Granada. Sin embargo, su expareja no se los había entregado. Por ello, los abogados de Rivas presentaron una denuncia ante la policía, según informó Juan Manuel Pérez, uno de los letrados que la han acompañado a Italia. “El juez ha ordenado que le dé a los niños en Cagliari estos días”, ha explicado a este periódico María Eugenia Álvarez, una de los letrados que ha asistido a Rivas. “Además, ha dicho que pueden estar con la madre sin límites ni nada", ha matizado.
Enrique Zambrano, abogado en España de Francesco Arcuri, explica: “nosotros no hemos negado el derecho de visita o comunicación de los niños con su madre. Además, el juez no ha incluido ninguna reprensión hacia Arcuri por la no entrega el día anterior”.
"Hemos esperado todo el fin de semana a que la señora Rivas nos indicara si iría a Italia o no. Finalmente, la confirmación de que sí lo haría, y de que quería reunirse con sus hijos, nos ha sido comunicada a las ocho de la mañana de hoy. Nos indicaba que quería reunirse con ellos a las cuatro de la tarde en Cagliari. En esas circunstancias, Francesco Arcuri no ha tenido tiempo material para el traslado de los niños al lugar donde estaba su madre”, argumentó Zambrano sobre la no entrega. En cualquier caso, según señalan los abogados de Rivas ahora, la madre podrá visitar a los niños en Italia tantas veces como quiera hasta que se celebre la próxima sesión del juicio.
El reencuentro, eso sí, será supervisado por alguna de las dos abogadas de la propia Rivas. Este punto, otra vez, es un nuevo objeto de discrepancia que los abogados de él han llevado ante el juez. Han recurrido esta supervisión: piden que ellos, o alguien neutral como un representante de los servicios sociales, esté en todo momento presente.
La parte fundamental de la vista, la que debe decidir sobre la custodia de los niños, ha sido aplazada hasta el 30 de noviembre. “Se debe hacer toda la instrucción y ver si nos dan la custodia. Ha hablado con Juana y ella ha dado buena impresión. El juez ha escuchado los de los malos tratos y ha dicho que empezará a investigarlo”, ha señado la letrada que ha asistido a Rivas.
Francesco y Juana no se veían en persona desde hace año y medio, cuando Rivas y sus dos hijos abandonaron el hogar en el que vivían, en Caloforte. Aquel día, Juana y los niños hicieron su maleta para ir de vacaciones a España con la intención, supuesta, de volver unos meses después a Italia. Nunca más volvieron.
En julio, Juana escribió un correo electrónico a Arcuri contándole -según quienes han leído ese correo- la nueva situación: que su relación de pareja no estaba funcionando, que no podían seguir así y que ella se quedaba en España para no volver nunca a Italia. Sin tiempo que perder, Arcuri presentó una demanda por sustracción de menores que desencadenó una serie de acciones judiciales que acabaron este verano en una orden de entrega de los niños a su padre, en una fuga de Juana con sus niños durante un mes para no dárselos al padre y en una entrega que, finalmente, acabó con los niños en la casa de Francesco en Carloforte. Y allí siguen a día de hoy.
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