El español fallecido en México, un médico que se “entregó a la lucha contra el sida”
También hay un malagueño de 33 años que continúa entre los escombros del edificio en el que trabajaba. Hay nueve españoles más sin localizar
Leopoldo Nieto Cisneros vivía en México desde hacía más de 40 años hasta que este martes el terremoto de 7,1 que sacudió el centro del país acabó con su vida. Este madrileño, médico e investigador del sida, se encontraba en un edificio del sur de la capital, que se derrumbó con el seísmo, según han asegurado a EL PAÍS fuentes de la Embajada española en México.
Nacido en Madrid en 1951, Nieto Cisneros fue profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México, La Salle y Anáhuac. Se trata del primer español del que se conoce su fallecimiento por el seísmo que ha dejado casi 300 muertos. A mediodía de este viernes (hora local), todavía quedaban nueve españoles sin localizar de los 11 que desde el miércoles permanecían en paradero desconocido para la Embajada española en México.
“Como maestro era muy demandante y exigente pero también justo. Un gran profesor por el que sentía una gran admiración”, cuenta Carlos del Río, alumno de Nieto Cisneros y que como él también ha trabajado en la investigación del sida.
Cuando ocurrió el terremoto, este investigador se encontraba en su vivienda de la calle Edimburgo de la colonia del Valle, una zona acomodada de la capital mexicana. Sus restos mortales han sido incinerados en esta ciudad y serán trasladados a San Martín de Valdeiglesias (Madrid), donde reside su madre y su hermana. Además, tenía raíces en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) donde su padre era propietario de una farmacia.
Nieto Cisneros se trasladó a México en 1972 donde terminó los estudios en medicina que comenzó en la Universidad Complutense de Madrid. Se licenció como médico cirujano en la Universidad de La Salle de la capital donde desarrolló una larga carrera como investigador del sida. Fue uno de los fundadores de la clínica del VIH Gabriel Mancera de Ciudad de México y también uno de los impulsores de la asociación mexicana que lucha contra esta enfermedad. En 1984 notificó el primer caso de sida en el centro hospitalario donde trabajaba.
“Pese a los estigmas y a la discriminación que el sida tenía en aquella época, él decidió ponerse la bata y trabajar en la lucha contra esta enfermedad. Fue un héroe, un médico humanista que se entregó a la batalla contra el sida. Recuerdo que se dedicaba a ello con pasión y enorme entrega,” señala del Río profesor en la Universidad Emory en Atlanta (EE UU) y director del centro de investigación del sida en esta institución.
Europa Press añade que todavía siguen buscando a uno de los hijos de la pareja de Nieto Cisneros, un joven de 22 años que se encontraba con él cuando el edificio se derrumbó por el terremoto, aunque fuentes de la Embajada aseguraron a EL PAÍS que no tenían información al respecto.
Un joven malagueño continúa entre los escombros
Jorge Gómez, un malagueño que vive en la Ciudad de México, permanece todavía bajo los escombros más de tres días después del seísmo. Este joven de 33 años quedó atrapado entre los restos del edificio en el que trabaja, en la calle Álvaro Obregón de la colonia Roma, uno de los barrios de moda del corazón de la Ciudad de México.
Aparejador de profesión, Gómez trabaja para la empresa gallega Valora Consultores. Cuando el edificio se vino abajo, una de sus compañeras pudo alertar por teléfono de que ambos estaban vivos, según informa EFE. Las señales que emite el móvil se han convertido en una pista fundamental para los equipos de rescate que tratan de encontrarlos entre las ruinas.
Las tareas de búsqueda continúan en este edificio situado en uno de los lugares más golpeadas por el seísmo. Por el momento, las autoridades aseguran que seguirán trabajando para tratar de salvar las vidas de quienes todavía siguen atrapados entre los escombros.
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