Urkullu: “Ni la imposición, ni la vía judicial, y mucho menos la vía penal, son la solución a Cataluña”
Los socialistas vascos rechazan la propuesta de "Estado confederal" del lehendakari
La crisis catalana, que este miércoles se agravó con la operación policial en la Generalitat y la masiva movilización en las calles, ha hecho variar al lehendakari, Iñigo Urkullu, el discurso que había preparado para el debate de Política General que se celebra este jueves en el Parlamento vasco. El mandatario vasco ha comenzado su intervención con una referencia expresa a la delicada situación creada en Cataluña. Ha afirmado que "se han desbordado algunos límites" y se está produciendo un "enfrentamiento agonístico", lo que le ha llevado a urgir al Gobierno de Mariano Rajoy a "abrir la puerta a una solución negociada" con las instituciones catalanas, porque "ni la imposición ni la vía judicial y, mucho menos, la vía penal son la solución" para abordar el proceso soberanista de Cataluña.
Urkullu ha insistido en que "el conflicto debe ser trasladado a un marco político de diálogo institucional", para pasar "del callejón sin salida a la mesa de negociación". "El reto es evitar cualquier forma de fractura social y política. Desde un punto de vista democrático, la responsabilidad es articular mecanismos consensuados para que los pueblos puedan expresar su voluntad sobre el futuro".
"El punto de partida es el reconocimiento de la existencia de un conflicto entre voluntades sociales mayoritarias en relación con el proyecto nacional tanto en Cataluña como en Euskadi", ha manifestado el líder vasco, quien ha propuesto un "diálogo institucional" que permita "conciliar democráticamente las aspiraciones mayoritarias de las sociedades española, catalana y vasca".
Tras recordar que siempre ha mantenido una "posición de prudencia" en torno al desafío secesionista catalán, Urkullu se ha reafirmado en la defensa del "modelo escocés" como ejemplo de que se puede "conjugar el principio de legalidad con el principio democrático".
El lehendakari ha continuado con su intervención para realizar un repaso de la gestión de su Gobierno, integrado por el PNV y los socialistas vascos. Ha destacado los avances en materia económica tras "superar una grave crisis" y ha puesto en valor los acuerdos alcanzados en los últimos meses con el Gobierno español.
Estado confederal
En la parte final, la de mayor carga política, Urkullu ha expuesto su visión del futuro del autogobierno vasco. La transformación de España en un "Estado confederal", ha dicho, sería "la salida al laberinto político territorial" en el que se encuentra, sobre todo tras la efervescencia secesionista que vive Cataluña. "Considero necesario avanzar en el reconocimiento jurídico-político, y también social y cultural, de las realidades nacionales vasca, catalana y gallega, además de la española" en el marco de una Europa que defienda "el respeto de los diversos pueblos y culturas que la integran".
El contencioso estatutario
Iñigo Urkullu ha informado este miércoles, en su discurso de Política General en el Parlamento, que el Gobierno central tiene 37 competencias pendientes de transferir al País Vasco, según el último informe elaborado sobre el cumplimiento del Estatuto de Gernika de 1979. Ha expresado su deseo de que el gabinete presidido por Mariano Rajoy muestre una "actitud de reciprocidad" para negociar y acordar el traspaso de estas materias.
El documento al que se ha referido, que será remitido a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, recoge que en el periodo 1994-2011 se produjeron 35 traspasos, a los que se sumaron después otras cinco competencias tras los "cambios en la realidad jurídico-económica" de la UE.
Urkullu ha señalado que la vía de la bilateralidad, reactivada en la Comisión Mixta del Concierto, es el camino que "puede permitir zanjar el contencioso estatutario y completar las 37 transferencias pendientes tras 37 años de incumplimientos".
Urkullu ha abogado por "asumir la cultura plurinacional" de España, donde se acepte "una redistribución de la soberanía del Estado" y se favorezca "la defensa de la identidad de sus respectivos pueblos". Para llegar a esa estación, el lehendakari ha planteado tomar como base "la vía vasca" y alcanzar un "acuerdo-pacto que asuma el concepto de cosoberanía o soberanía compartida". Esta cosoberanía debería fundamentarse, ha añadido, en "avanzar en la construcción nacional y social" de Euskadi mediante el logro de "competencias, suficiencia financiera y bilateralidad".
La propuesta de un Estado confederal no ha gustado a los socialistas, sus socios en el Ejecutivo. José Antonio Pastor ha asegurado que su partido no comparte este planteamiento para ganar más cotas de autogobierno, sobre el que "no existe un acuerdo" recogido en el programa de gobierno. Se ha remitido a la defensa que el PSOE hace de una reforma constitucional en clave federal. En el turno de respuesta de los grupos, Idoia Mendia, ha defendido que su partido quiere "que los vascos voten un Estatuto renovado en esta legislatura en un referéndum legal".
El portavoz del PP, Alfonso Alonso, ha despreciado el modelo confederal que propone el lehendakari. "Su propuesta no es seria, no es viable y nos mete en un lío tremendo, precisamente ahora que las cosas iban bien", ha afirmado. "La vía vasca nos conduce al mismo desierto que sus compañeros catalanes. No echemos abajo lo que hemos construido", le ha advertido a Urkullu.
Maddalen Iriarte, de EH Bildu, tras una defensa a ultranza de la escalada soberanista impulsada por la Generalitat, ha acusado al lehendakari de "dar oxígeno a Rajoy". "Apoyar al PP es incompatible con defender la democracia", ha señalado. Y le ha pedido a Urkullu que reconozca que "tiene miedo a la independencia de Cataluña".
El portavoz del PNV, Joseba Egibar, ha anunciado que "si no hay cambio en el presente", su partido no apoyará los Presupuestos Generales del Estado de 2018 elaborados por el Ejecutivo popular. También ha explicado que la fórmula de un Estado confederal que Urkullu ha defendido por la mañana consiste en "la unión de estados que conservan su soberanía y se rigen por determinadas leyes comunes. La adhesión ha de ser voluntaria y la pertenencia [a esa confederación] no puede ser obligada".
Legalizar las consultas
Urkullu también ha abogado por "la institucionalización del derecho de la ciudadanía a ser consultada sobre su futuro, de manera legal y pactada, conjugando el principio democrático y el de legalidad". Marca distancia con el referéndum convocado por la Generalitat, del que recientemente ha señalado que no cuenta con las "debidas garantías" para su celebración el 1 de octubre: "Es necesario habilitar cauces legales para que las comunidades políticas que, mediante la decisión expresa y clara de sus instituciones parlamentarias de autogobierno, quieran consultar a la ciudadanía sobre su futuro, puedan hacerlo con plenas garantías".
El lehendakari ha sentenciado que "no hay otro camino", salvo que el Estado cumpla con su "obligación" de buscar una solución a las aspiraciones nacionales legítimas de Euskadi y Cataluña". Ha considerado "ineludible" la reforma del actual modelo de Estado y recordado que el programa de gobierno que comparte con el PSE contempla que "el modelo autonómico vigente precisa de una reformulación".
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