Es Satty buscó contactos con el ISIS en Marruecos
El imán de Ripoll y cerebro de los atentados de Cataluña viajó por última vez a su pueblo para ver a una familia con al menos dos miembros del Estado Islámico
En su último viaje a Marruecos, el pasado 27 de julio, Abdelbaki es Satty fue a buscar a la familia Stitou, vecinos suyos de toda la vida. El cerebro de los recientes atentados de Cataluña se vio con Abderrahim, de 27 años, hermano de dos combatientes del ISIS —uno de ellos ya fallecido, según las informaciones de los investigadores locales—, y uno de los cinco detenidos la semana pasada por las autoridades marroquíes. La noche del sábado quedó en libertad.
Poco a poco se van conociendo los movimientos de Abdelbaki es Satty, el imán de Ripoll que adoctrinó clandestinamente a los nueve jóvenes que perpetraron los atentados de Barcelona y Cambrils matando a 16 personas hasta el momento. Bélgica, Francia, Suiza, Austria, Marruecos... Los investigadores siguen las huellas de un hombre cuya radicalización pasó desapercibida durante años a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado bajo la fachada de un delincuente común.
Se fue el 27 de julio pasado y regresó a España el 9 de Agosto pasado. Fue su último viaje a Marruecos, de donde procedían todos sus acólitos, y ha puesto en evidencia que mantenía contacto con algunos de los 1.800 combatientes del ISIS que han salido desde el reino alauí con destino a Siria, según los datos de la Inteligencia marroquí.
No obstante, Abderrahim Stitou quedó en libertad a última hora del sábado. De los hasta ahora cinco detenidos en Marruecos a lo largo de la semana pasada por sus presuntas relaciones con los atentados de Cataluña, solo dos permanecen retenidos. Uno de ellos fue arrestado en Nador el 18 de agosto, por realizar apología yihadista y declarar ante las autoridades marroquíes que pretendía atentar contra la Embajada de España en Rabat.
Otros dos fueron detenidos respectivamente en Oujda y Casablanca el pasado día 19. Uno era supuestamente “amigo de uno de los hermanos Oukabir”, según fuentes de la investigación. Y el otro había sido vecino del autor material del atropello masivo en Las Ramblas de Barcelona, Younes Abouyaakoub, durante el tiempo que trabajó de butanero en Ripoll.
Sus antecedentes penales por drogas y la falta de pruebas para ligarle con una red de Al Qaeda en 2005, en la que supuestamente falsificaba documentos para los viajes de sus miembros por el entorno europeo, mantuvo a Es Satty camuflado bajo la apariencia de un delincuente. Incluso pasó cuatro años en la cárcel de Castellón, entre 2010 y 2014, por tratar de entrar en España con 121 kilos de hachís de Marruecos cargados en su coche. Fue detenido en Ceuta.
La radicalización de Es Satty, que también aparece en una nota interna de la policía como relacionado con algunos de los terroristas del 11-M, pudo por tanto empezar en esos años. Ahora los investigadores persiguen su estela de muerte. Bélgica, donde levantó las sospechas que la policía local de Vilvoorde consultó a los Mossos d’Esquadra en marzo de 2016, era uno de sus destinos predilectos. Los investigadores centran sus pesquisas en sus contactos —“podía recibir órdenes de alguien”— y en el tipo de explosivo, ya utilizado por los yihadistas en Bruselas y París.
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