Expedientan con 1.200 euros al líder de la protesta anti-turística de Arran en Palma
La Delegación del Gobierno propone sanciones por concentración no comunicada y uso de pirotecnia
La Delegación del Gobierno en Baleares propone imponer sanciones por 1.200 euros al responsable de la acción llevada a cabo por la organización independentista Arran el pasado 22 de julio en un restaurante del Muelle Viejo de Palma, en el que una veintena de jóvenes lanzaron confeti y prendieron bengalas junto a los comensales que estaban cenando en la terraza.
La administración estatal ha iniciado el expediente sancionador contra el joven, que responde a las iniciales A.M.M, al que se considera “organizador y promotor” de las actuaciones. Según explican desde la Delegación del Gobierno en las islas, el joven se identificó como responsable de lo ocurrido ante los agentes de la Policía Portuaria que acudieron al lugar tras una llamada de los empleados del restaurante.
Los agentes portuarios comunicaron los hechos a la Jefatura Superior de la Policía Nacional que denunció al participante como responsable de las actuaciones que se desarrollaron en el muelle. La Policía sostiene que en la protesta participaron 40 personas portando pancartas reivindicativas contra el turismo “botes de humo de color rojo y al menos dos bengalas”.
La Delegación del Gobierno le aplica una infracción administrativa grave por el uso de artículos pirotécnicos careciendo de la autorización pertinente con una sanción aparejada de 900 euros y una segunda infracción leve con multa de 300 euros por organizar una concentración sin comunicarlo. La propuesta final de sanción contra el joven es de 1.200 euros. Una vez el aludido haya sido notificado del acuerdo dispondrá de un plazo de 15 días para realizar un pago voluntario –que le permitirá reducir la multa en un 50%- o para realizar las alegaciones que considere oportunas ante el instructor del expediente.
La delegada del Gobierno ha defendido la propuesta de sanción y ha asegurado que “este tipo de comportamientos no pueden quedar impunes” porque atentan contra la convivencia “y contra aquello que nos da de comer”. Maria Salom insiste en que una serie de personas “irresponsables” no puede dañar la imagen de las islas e incomodar a los turistas que visitan cada año el destino. “Una cosa es la libertad de expresión, pero la libertad de uno termina cuando empieza la del otro” dice la delegada, que avanza que será “contundente” contra quienes “montan estos shows” y atentan contra una de las principales industrias del país.
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