La Junta andaluza vigila a cerca de 12.000 pacientes en riesgo por el calor

La Consejería andaluza de Salud vigila a cerca de 12.000 pacientes en riesgo por el calor y las altas temperaturas. Lo hace a través de un seguimiento telefónico que encabezan enfermeras y profesionales del servicio Salud Responde para conocer cómo se encuentran estas personas en días como hoy, en el que hasta seis provincias —Jaén, Córdoba, Granada, Sevilla, Cáceres y Badajoz— están en alerta roja por altas temperaturas y otras 21 en alerta naranja o amarilla. "Les preguntamos cómo se encuentran, si han bebido agua, si tienen el ventilador puesto... también les recomendamos que no salgan a por recados o a pasear en las horas centrales del día... cosas que pueden ser básicas, pero que ves que la gente no las recuerdan", asegura Silvia Luna, enfermera de atención primaria de Córdoba. Según fuentes de la consejería, por el momento, no ha habido incidencias en la comunidad relacionadas con la ola de calor.

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Este servicio, que se incluye en el Plan de Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas, va dirigido a pacientes especialmente vulnerables ante el calor, en la gran mayoría, personas mayores de 65 años y que viven solos, cuyo estado de salud está debilitado por padecer alguna patología crónica de alta morbilidad (insuficiencia cardiaca, demencia, trastorno mental grave, insuficiencia renal, obesidad excesiva,...) o que tomen un medicamento que pueda influir en la adaptación del organismo al calor (psicotropos, antidepresivos, hipotensores y diuréticos), según explica la consejería. Con este seguimiento telefónico, el profesional sanitario puede conocer el estado de salud del paciente y, si lo ve necesario, poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas. 

Salud ya vigila a cerca de 12.000 pacientes, una cifra que supera la registrada durante todo el verano pasado, cuando se alcanzaron las 10.021 personas. Esta medida es una de las más importantes del plan que la Administración andaluza activa desde 2004 para prevenir y minimizar las consecuencias que el calor pueda tener sobre estos pacientes más vulnerables, que son identificados por los profesionales de los centros de atención primaria. Junto al seguimiento telefónico, la consejería apunta que también se intensifican las visitas domiciliarias. "Por un lado, comprobamos que la temperatura de la casa sea óptima, que está bien ventilada, que no haya dejado comida fuera de la nevera,... Y por el otro, le tomamos la tensión, vemos que no tenga edemas y les atendemos según su enfermedad", apunta Luna. 

Según Salud, las recomendaciones básicas para hacer frente al calor son evitar la exposición durante las horas más fuertes de sol, salir con protección (tanto con ropas ligeras y de color claro, y sombreros como con protección solar), ventilar las estancias, bajar las persianas y cerrar las puertas durante las horas de temperaturas más elevadas, mantener un buen nivel de hidratación bebiendo mucha agua, conservar adecuadamente los alimentos, moderar los ejercicios que exijan mucho esfuerzo físico en las horas centrales del día...

La ola de calor de estos días ha fulminado algunos récords históricos de temperaturas máximas, con los termómetros rozando los 46 grados. Durante la jornada del miércoles, el observatorio meteorológico del aeropuerto de Granada registró 45,7 grados de máxima, la más alta en ese lugar desde que existen registros, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Otro valor absoluto que quedó fulminado este miércoles se produjo en Jaén, con 42,1 grados, un dato que supera en medio grado el máximo que se había registrado hasta ahora y que data del 20 de julio de 1995, cuando el mercurio subió hasta los 41,6 grados.