Cae en Málaga uno de los mayores distribuidores ilegales de televisión por Internet de Europa

Gozaban de tal fama en el mundillo de la distribución ilícita de televisión de pago por Internet que hasta se permitían el lujo de elegir a sus clientes, miles por toda Europa, a los que daban acceso de gran calidad a un millar de canales desde dos empresas proveedoras de servicios de Internet (ISP) radicadas en la Costa del Sol y en Bulgaria. Ocho personas han sido detenidas en sendos países, entre ellos el cabecilla de la trama, un ciudadano danés. 

Se trata, según la Policía Nacional, de uno de los mayores distribuidores ilegales de señal de televisión por Internet (IPTV, siglas en inglés de Internet Protocol Television) de Europa, que ha sido desmantelado por la Policía española con ayuda de Europol, Eurojust y de la Fiscalía Especial contra la Criminalidad Informática.

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La investigación se inició a raíz de la denuncia de un representante de la Premier League (la máxima categoría del sistema de Ligas de fútbol de Inglaterra) contra un danés afincado en España. Era el dueño una empresa proveedora de servicios de Internet (ISP, por las sigla en inglés de Internet Service Provider), a través de la cual se distribuía ilícitamente la señal codificada de televisión de forma masiva "a miles de clientes de diferentes países de la Unión Europea", según cuenta la policía en un comunicado. Preguntada al respecto, la policía no precisa el número de clientes, cuántos de ellos en España, ni de qué países concretos. Tampoco cuánto pagaban por este servicio.

Los conocimientos tecnológicos del investigado y la capacidad técnica de su empresa, así como de la organización criminal que sustentaba el delito, resultaron" fundamentales para proporcionar un servicio de alta calidad, similar al suministrado por los ISP de distribución legal de señal", según la nota.

Durante la investigación, se comprobó que esta empresa no era la única que estaba distribuyendo señal bajo las directrices del individuo danés y de su banda. Poseía otro ISP en la ciudad búlgara de Silistra, desde la que daba cobertura a otros países europeos y que estaba continuamente interconectado con el ISP de Málaga.

Ambas proveedoras de servicios de Internet operaban de la misma forma. Eran empresas legales que aprovechaban sus capacidades y cobertura para, de forma paralela e ilegal, llevar a cabo el delito. Estos ISP gozaban de gran prestigio en el mundo de la distribución ilícita de señal de pago, hasta el punto de que incluso elegían a qué clientes prestar servicio.

Durante la operación se realizaron12 registros simultáneamente en España y Bulgaria, en los que se comprobó que ambos ISP "estaban distribuyendo ilícitamente la señal". Fueron desconectados y decomisados por orden judicial, por lo que el acceso a las plataformas ilegales quedó fuera de servicio. También se intervino numerosa documentación que incriminaba a los investigados en los hechos. La organización también controlaba otras empresas que dependían técnicamente de los ISP y que era las encargadas de proporcionar la señal al cliente final, añade la nota.