El nuevo jefe de la cúpula militar alerta contra las “mentiras, difamación, falsedad y derrotismo”

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Hijo, nieto, sobrino, tío y padre de militares, el nuevo jefe de la cúpula militar, el general de Ejército Fernando Alejandre, se ha estrenado este martes con un discurso de resonancias patrióticas y acendrado espíritu militar. Tras tomar posesión como jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), se ha dirigido a los mandos militares reunidos en la sede del Ministerio de Defensa, de los que desde este martes es jefe operativo, recordando su obligación de “mantener vivos los conceptos de Patria, sacrificio y honor, en tiempos difíciles de mentiras, difamación, falsedad y derrotismo que tratan de pervertir los principios que aprendimos y hacer que olvidemos la trascendencia de servir a España con todas nuestras fuerzas”. Es difícil saber si se refería a las “posverdades” de Donald Trump, al independentismo catalán o al antimilitarismo de parte de la izquierda española. A ninguno de ellos o a todos a la vez. Pero ha dejado claro que su larga trayectoria internacional –ha pasado los últimos cinco años en los cuarteles generales de la OTAN en Mons y Brunssum—, que ha subrayado la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, no le han hecho olvidar que sigue siendo, ante todo, un paracaidista y un militar español hasta la médula.

Con el nombramiento de Alejandre, las Fuerzas Armadas esperan iniciar una nueva etapa en la que se superen los ajustes y estrecheces presupuestarios de la última legislatura y se pase del 0,9% del PIB en gasto militar hasta el 2% comprometido en la cumbre de Gales de 2014. Será, en todo caso, un crecimiento progresivo, con el horizonte de 2024, limitado por la obligación de cumplir el objetivo de déficit comprometido con la UE. De momento, Defensa cuenta con incorporar al presupuesto de este año, que el Consejo de Ministros aprobará el viernes, una partida de más de 1.800 millones para hacer frente al pago de los programas especiales de armamento (PEAS), de 2016 y 2017, que ya no es posible seguir tramitando a través de créditos extraordinarios tras el varapalo a este método del Tribunal Constitucional.

Al relevo del nuevo jefe de la cúpula militar han asistido el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, el director de la Guardia Civil, José Manuel Holgado, y los altos cargos del Ministerio de Defensa, incluido su antecesor, el almirante general Fernando García Sánchez, y los jefes de los tres ejércitos, pendientes a su vez de ser relevados en las próximas semanas, así como el presidente de la Comisión de Defensa del Congreso, el socialista José María Barreda, y los portavoces de los grupos parlamentarios, incluido Juan Antonio Delgado, de Podemos.

Alejandre, que ha jurado el cargo de acuerdo a sus convicciones religiosas, ha recordado que en la milicia “no existe el no sé, no puedo, no quiero”, se ha comprometido a impulsar la acción conjunta de los tres ejércitos y se ha mostrado confiado en que, cuando deje el cargo, “las Fuerzas Armadas sean más eficaces, operativas y respetadas” que cuando las ha recibido. Visiblemente emocionado en algunos momentos, ha citado una por una las misiones en el exterior de los militares españoles, de los que ha dicho que están “en el vallado [la frontera adelantada de la seguridad de Europa], defendiendo los valores occidentales y los intereses de España”.