¿Qué tipo de padre eres?
Pon a prueba tu grado de implicación en el cuidado y tutela de tu(s) hijo(s) con este test de 13 preguntas
Según las escasas aproximaciones sociológicas a las funciones del padre en el núcleo familiar, hay tres perfiles predominantes en función de su grado de participación en el día a día de los hijos: los "cuidadores ocasionales"; los "cuidadores ayudantes" o los "padres comprometidos". Averigua con este test, basado en el proyecto internacional TransParent, a qué grupo perteneces.
El estudio, en el que participó el CSIC junto a otras seis universidades españolas, analizó entre 2011 y 2014 la organización de 68 parejas heterosexuales de dos ingresos con respecto al trabajo, la familia y el ocio tras tener su primer hijo, momento en el que se tiende a “tradicionalizar” los roles de género. El estudio dibujó tres tipos de paternidades.
Los “cuidadores ocasionales” se consideran proveedores (aunque su pareja trabaje), son un poco más participativos de lo que eran sus padres, pero se limitan a “echar una mano”, sobre todo en las actividades más lúdicas y los fines de semana. Los “cuidadores ayudantes” son más accesibles y llevan a cabo tareas de todo tipo, sin embargo, si la madre está presente, delegan en ella, y es ella quien organiza y planifica los cuidados (él puede hacer la cena, pero ella lleva el menú semanal o sabe qué comen los niños en el colegio). Los “padres comprometidos” se acercan a la corresponsabilidad, es el grupo más minoritario, pero va en aumento, según Teresa Martín del CSIC. Estos padres son participativos, más allá de los aspectos lúdicos, y accesibles en los cuidados. Además, son responsables porque asumen también tareas de gestión y toman decisiones.
“En esta avanzadilla de hombres más vinculados a una paternidad positiva suele haber muchos hombres con un nivel educado alto, de clase media, media alta, favorables a la igualdad de género que desarrollan conscientemente una nueva forma de ser padres, pero también hay otro perfil de padres comprometidos por sus circunstancias propias e incluso ajenas a su voluntad”, explica Martín. “La crisis económica ha obligado a algunos hombres sin un discurso de género a cuidar de sus hijos de forma más igualitaria, y una de las cosas más interesantes del estudio fue comprobar que incluso hombres con un nivel educativo inferior y en trabajos de cuello azul, a pesar del cuestionamiento inicial de su identidad como varones y como proveedores, descubrieron una manera nueva, más implicada y más satisfactoria de ser padres que les permitió abrir otras vías de identificación y realización personal fuera del trabajo remunerado.”
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