El acusado del asesinato de la peregrina del Camino de Santiago se niega a declarar
La defensa de Muñoz, que se enfrenta a los cargos de asesinato y robo con violencia, cambia de estrategia
Con una simple frase, Miguel Ángel Muñoz ha acabado con todas las expectativas que rodeaban la segunda sesión del juicio oral que se celebra por el asesinato de la peregrina Denise Pikka Thiem. “No voy a declarar ni voy a contestar ninguna pregunta, ni de la acusación ni de mi abogado”, ha afirmado este martes el procesado, de 41 años, después de sentarse en el banquillo pasadas las doce y media de la tarde para afrontar los cargos del asesinato de la estadounidense y robo con violencia. Dos delitos por los que la fiscalía y la acusación particular piden una pena de hasta 25 años de cárcel.
Esta decisión de Muñoz implica un cambio de estrategia de la defensa, que adelantó que el supuesto asesino contestaría a su abogado, Vicente Prieto; pero también a la fiscal y al letrado de la familia de la víctima. “Pero este martes no estaba en condiciones psicológicas de declarar. Ni de afrontar un interrogatorio de dos horas. No sé que hubiera pasado de haberlo hecho”, ha justificado Prieto, que ha denunciado que el acusado ha “sufrido” cómo asaltaban y quemaban su vivienda en las últimas semanas. “Y este lunes le sacaron a las siete de la mañana de la cárcel para traerle al juicio y le devolvieron a las cuatro de la tarde, sin comer ni darle un café. Y eso le ha afectado más”, ha remachado el abogado.
Tras la negativa del acusado a declarar, la vista ha quedado suspendida y se reanudará el miércoles con la declaración de varios policías que participaron en las investigaciones. Serán las primeras comparecencias que escuchen los componentes del jurado —ocho mujeres y un hombre—, a quienes se presentaron las partes este martes. “Muñoz les va a mentir, porque ya ha mentido antes”, les ha advertido la fiscalía. “Este caso es un asesinato porque existe alevosía. Denise era una mujer menuda, de 1,55 metros, extranjera y en un paraje desconocido. Y sufrió un ataque brutal y sorpresivo”, ha descrito la representante del ministerio público, antes de concluir: “Se encontró el cuerpo de la víctima por las indicaciones que dio el acusado”.
En esa idea también ha insistido el abogado de la familia de la víctima, que presentó al presunto asesino como un personaje “miserable”, “vil” y “despiadado”. “Ustedes tienen anti sí a Miguel Ángel Muñoz, el asesino confeso de Denise”, ha subrayado, antes de destacar cómo el procesado “le cortó las manos porque le había tocado y tenía miedo de que en ellas aparecieran huellas, restos o ADN de él”. “Espontáneamente nos contó cómo la mató y con todo tipo de detalles”, apuntó reiteradamente el letrado.
Frente a toda esa batería de acusaciones, el abogado de Muñoz ha intentado desde el primer momento desmontar los argumentos esgrimidos por la acusación. “Este hecho es terrible y el dolor de la familia no lo negamos. Pero no debemos dar por hecho es que este asesinato lo cometió Miguel Ángel”, se arrancó el letrado, que acusó a la Policía de centrar sus investigaciones en el procesado después de que un senador estadounidense, meses después de la desaparición de la peregrina, telefoneara al presidente del Gobierno español para ofrecer la colaboración del FBI para resolver el caso.
Según la acusación, Thiem fue asesinada el mismo día de su desaparición, el pasado 5 de abril de 2015. Tras salirse del camino para visitar la localidad de Castrillo de los Polvazares, siguió unas flechas que había desviado el acusado para que pasara cerca de una finca de su propiedad. Entonces, ambos se encontraron y Muñoz la atacó de forma sorpresiva, golpeándola con un palo en la cabeza. Posteriormente, según la fiscalía, la trasladó a un enclave más apartado, donde le cortó el cuello, la desnudó, le cortó las manos —que nunca se han encontrado— y la enterró.
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