Imputado un exalcalde de Elda por viajes pagados a Rusia y Egipto

La Operación Pokémon contra la corrupción política sigue extendiendo su temible sombra sobre los Ayuntamientos de media España y ahora recala en Elda (Alicante, 53.540 vecinos), donde la juez instructora, Pilar de Lara, acaba de imputar al exalcalde y exsenador socialista Juan Pascual Azorín por una serie de viajes supuestamente pagados a cargo del grupo catalán Agbar. La magistrada, que trabaja en este caso con agentes de Aduanas, indaga por qué razón Azorín y su esposa, además de distintos cargos municipales relacionados con la gestión del servicio de aguas y sus respectivas parejas, viajaron juntos entre los veranos de 2005 y 2007 a Munich, Egipto y Rusia, además de a Barcelona, presuntamente agasajados por Aquagest, una filial de Agbar después rebautizada en la zona como Hidrogea.

En el auto en el que declara como investigado por presunto cohecho al político, del pasado día 16, De Lara exige al consistorio que Azorín Soriano gobernó entre 1996 y 2007 toda la documentación relativa a los contratos municipales del servicio de aguas, los informes internos y las actas de las deliberaciones en las que se trató sobre esta concesión. También pregunta si el municipio "mantiene algún interés en Munich, Rusia y Egipto" y si Azorín realizó viajes oficiales a esos destinos a cargo de las arcas municipales.

La Operación Pokémon mantiene frentes abiertos por viajes de lujo, estancias en balnearios, entradas para partidos y espectáculos y regalos presuntamente pagados por los grupos empresariales Agbar y Vendex a políticos de todo color en numerosos ayuntamientos de Galicia, Asturias, Castilla y León, Baleares o Cataluña. Pero ha salpicado a más comunidades y ahora centra sus pesquisas en varios consistorios de Alicante y Murcia. El caso, pilotado por De Lara, titular del juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, ronda el centenar de imputados.

Juan Pascual Azorín, histórico del PSPV-PSOE, edil durante 25 años consecutivos y regidor durante 11, vivió en los últimos años un largo vía crucis judicial y acabó imputado por una supuesta trama urbanística de la que logró salir airoso el año pasado. "Ahora puedo decir que judicialmente soy el tío más honrado del mundo", declaró en una rueda de prensa convocada en septiembre, "durante mi etapa política no cometí ningún delito".