Detenida por prostituir a su hija de 13 años para comprar alcohol y tabaco
Los agentes acusan a un hombre de abusar de la menor y a otro de explotación laboral
Una mujer de nacionalidad rusa ha sido detenida en Almería por prostituir a su hija de 13 años a cambio de alcohol, tabaco, algo comida o 15 o 20 euros. La cría era obligada a mantener relaciones sexuales con un hombre de 59 años que tiene antecedentes por abusos sexuales a menores. La madre, tras declarar ante el juez, ha quedado en libertad con cargos por abandono de familia y el supuesto pederasta está en prisión sin fianza. Tanto la víctima como su hermano pequeño, del que se tenía que ocupar por la dejadez de su progenitora, se encuentran ahora en un centro de protección de menores. La mujer tiene una orden de alejamiento de sus hijos.
La investigación de la policía se inició a mediados de enero, cuando un particular se puso en contacto con los agentes porque había detectado movimientos sospechosos en el edificio donde vive el detenido, en una zona cercana al paseo marítimo de Almería. Según fuentes cercanas al caso, el denunciante llevaba varios días viendo al hombre entrar y salir de su casa con la niña, situación que le pareció anómala. La policía montó un dispositivo para averiguar qué ocurría, incluido el seguimiento a la menor, y unos días más tarde detuvo al hombre. El arresto se produjo en el propio domicilio, cuando estaba con la niña, por presunta corrupción de menores y abuso sexual.
Las pesquisas han permitido determinar que la madre, de 33 años, toleraba la prostitución de su hija para obtener alcohol, tabaco y comida. La policía ha informado de que también ofrecía la compañía de la niña, de nacionalidad rusa, a cambio de 15 o 20 euros. Los dos menores estaban sin escolarizar y en estado de abandono y se pasaban el día deambulando por las calles de Almería. El hermano pequeño tiene nueve años y nacionalidad española.
Las fuentes consultadas describen un episodio que puede evidenciar el trato que la mujer dispensaba a su hija. Los agentes vieron un día durante el dispositivo de vigilancia cómo las dos salían de un supermercado tras hacer la compra. La niña iba completamente cargada de bolsas y la madre, sin nada en las manos y con aparentes signos de embriaguez, estaba a su lado gritándole, insultándole y dándole collejas. Cuando la policía entró en casa del supuesto pederasta y rescató a la menor, esta se mostró aliviada. “Menos mal”, les dijo. Según las fuentes, no quiere ver a su progenitora.
Los dos niños se encuentran en un centro de protección de menores y han sido escolarizados. La policía ha hecho seguimiento de la víctima y hablando con ella, se enteró de que había estado trabajando para un hostelero durante algo más de dos semanas a cinco horas el día. “Sabía que estaba necesitada y me contrató”, les contó la niña, que entre otras labores, se dedicó a la limpieza del local. Se trata de un hombre que es dueño de una cafetería-heladería y que fue detenido como presunto autor de un delito contra los derechos de los trabajadores. Ha quedado en libertad con cargos tras declarar ante el juez.
La operación ha sido desarrollada por agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría Provincial de Almería y de la Brigada Central de Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras.
Las diligencias contra la madre y el supuesto pederasta las lleva el Juzgado de Instrucción 5 de Almería. Ella es investigada por los delitos de prostitución y abandono de menor y él, que está en prisión, por abusos sexuales.
En el registro de la casa del hombre se intervino un ordenador, dos teléfonos móviles y un disco duro en el que se han encontrado algunas fotos de contenido sexual de la chica, ha explicado este miércoles el inspector encargado de la Unidad contra Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif) en Almería, Daniel Pérez.
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