Rajoy desprecia a Puigdemont por el plantón europeo y halaga a Javier Fernández

Mariano Rajoy esperó hasta el final de su conferencia este martes en el Foro ABC para dejar escapar su autocontrol casi generalizado sobre todos los asuntos planteados y fue cuando le plantearon una pregunta sobre qué le parecía la presencia en Bruselas del presidente catalán, Carles Puigdemont, para dar una charla. El presidente español, que está aún a la espera de cerrar un encuentro con Puigdemont pendiente desde hace meses y que se había negado a comentar temas tan conflictivos como su relación con José María Aznar o con Donald Trump, sí quiso señalar que Puigdemont había tenido que alquilar una sala del Parlamento Europeo para pronunciar su conferencia y sentenció: "Le han dado el trato que se merecía".

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El asunto sobre la conflictiva relación política e institucional con Cataluña fue recurrente durante la fase de preguntas que se abrió tras la conferencia que Rajoy dio sobre su diagnóstico actual de España. El propio Rajoy admitió que ese desafío a la unidad y la soberanía nacional es el mayor reto actual de los españoles. El líder popular confesó: "Hoy no voy a decir nada distinto de lo que ya me han oído decir en otras ocasiones. En España se cumplirá la ley, que es tanto como decir que se cumplirá la voluntad de los españoles. Quien quiera cambiar la Constitución tiene a su disposición los mecanismos legales para hacerlo".

El presidente español remachó que seguirá velando por esa posición, que atenderá las demandas que se planteen desde Cataluña, pero que no dará un solo paso que menoscabe la igualdad de todos ante la ley. Volvió a ofrecer diálogo, disposición al entendimiento sincero y leal y mano tendida: "Me atrevería a decir que a algunos responsables políticos de Cataluña les iría mucho mejor si buscaran esa mando tendida en vez de seguir abrazados a la radicalidad y maniatados al extremismo".

En su afán por evitar las novedades, las noticias o cualquier sobresalto, Rajoy eludió responder directa o indirectamente a los constantes cuestionamientos de José María Aznar a su proyecto, a los problemas de liderazgo en otros partidos y hasta a qué líder del PSOE prefiere. "No voy a entrar, no me gusta que los demás entren en las decisiones de mi partido", señaló en primer lugar, pero luego, forzado a decir algo bueno de Javier Fernández, el presidente de la gestora socialista, Rajoy enfatizó: "Yo tengo buena opinión, no sé si le hago un favor o no, pero sí tengo muy buena opinión, porque me parece una pesona sensata, razonable y que logrado estabilizar las cosas".

Sobre Aznar y sus críticas a la pérdida de valores en España y el PP y al riesgo de desvertebración por el decaimiento del país, Rajoy intentó recurrir a sus habituales salidas lacónicas para evitar expresar su opinión. "Gracias por no insistir", le soltó al moderador. Ante la persistencia del periodista, Rajoy apostilló que no acude a este tipo de foros para dar opiniones sobre los demás sino las suyas propias "porque no tiene sentido". El líder popular puntualizó que la discusión sobre los principios y valores del PP tiene lugar habitualmente en sus congresos y que está previsto el próximo para los días 10, 11 y 12 de febrero. Aznar no acudirá a esa cita.

Rajoy evitó igualmente pronunciarse sobre todas las polémicas e iniciativas que ha puesto en marcha el nuevo presidente norteamericano, Donald Trump, en estos días desde que ha tomado posesión en la Casa Blanca. El presidente español lo dijo primero durante la conferencia y luego lo repitió con distintas variantes. Su política frente a Trump es no mojarse, no decantarse y no precipitarse: "Creo que es el interés de todos mantener las mejores relaciones posibles con Estados Unidos, sea quien sea el inquilino de la Casa Blanca. Somos socios estratégicos y aliados sólidos y así debemos seguir en el futuro. Desde esas relaciones de amistad seguiremos defendiendo nuestras convicciones que pasan por un modelo de sociedad abierta e integradora, por la cooperación multilateral y por la libertad de comercio".

Ni el cierre de la versión en castellano de la web oficial de la Casa Blanca ni los posicionamientos contra los tratados de libre comercios ya firmados o en negociación ni las tesis más populistas o ultranacionalistas de Trump o sus ataques a la prensa provocaron una intervención clara y contundente de Rajoy. "No doy por sentado ni una cosa ni la otra", respondió a si le veía más como un populista o un nacionalista. Sobre la web quiso dar crédito a la versión oficial de que la página está en reconstrucción pero no se ha cerrado aún.

Para terminar, Rajoy reiteró su decisión de negociar con el PSOE la aprobación de los próximos presupuestos, al margen de que entiende que no haría falta si logra otros apoyos, y de continuar la vía abierta en esta legislatura del diálogo y la negociación, que han llevado ya a una veintena de acuerdos si se incluyen los once labrados en la Conferencia de Presidentes autonómicos la semana pasada en el Senado. El presidente español y del PP rechazó tajantemente estar sopensando la posibilidad de convocar elecciones tras el mes de mayo si al final el PSOE no respalda los presupuestos y éstos no salen adelante: "Voy a intentar agotar la legislatura, que dure cuatro años y que sea larga y fructífera. No quiero adelantar". El líder del PP argumentó que ya le pareció una "irresponsabilidad" que algunos jugaran con la opción de convocar unas terceras elecciones el pasado otoño cuando aún no había arrancado la actual legislatura: "Sería muy negativo aquí y fuera de aquí, en el extranjero".