Rajoy encara 2017 con una agenda internacional repleta
Cuatro cumbres europeas, seis bilaterales, la de la OTAN y la del G-20, entre los compromisos del presidente
Si Mariano Rajoy tuviera la tentación de volcarse en la escena internacional en su segundo mandato, como hizo José María Aznar, su precaria situación parlamentaria le aconsejará no desatender el patio doméstico. Pero ni siquiera esta le permitirá eludir los compromisos exteriores que se amontonan en su agenda de 2017: cuatro cumbres europeas y una del G-20 antes de las vacaciones de verano, además de una cumbre de la OTAN —la primera con Trump— en primavera y media docena de citas bilaterales con Francia, Portugal e Italia, entre otros.
Tras casi un año ausente del concierto europeo, el momento no puede ser más propicio para que Rajoy recupere el terreno perdido. Matteo Renzi, el primer ministro italiano que tanto hizo por ningunearle, dimitió tras hacerse el harakiri con su referéndum; François Hollande ha renunciado a la reelección y el resultado de las presidenciales francesas del 7 de mayo es una incógnita; y Reino Unido ya tiene un pie fuera de la UE, aunque la negociación del Brexit sea uno de los retos del nuevo año.
Comparativamente hablando, España es una “isla de estabilidad” en el panorama europeo, como no se cansan de repetir en La Moncloa, por más que Rajoy ni siquiera tenga asegurada la aprobación de los presupuestos. No es casual que la germana Angela Merkel —cuya victoria en las elecciones federales de septiembre nadie discutía, al menos hasta el atentado del pasado día 19 en Berlín— quisiera reunirse con él tras la cumbre de despedida que organizó el pasado 18 de noviembre a Obama.
Sucesión de cumbres
Cumbre de países del sur de Europa. Lisboa (Portugal), 28 de enero
Cumbre de los 27. La Valletta (Malta), 3 de febrero.
Consejo Europeo. (Bruselas), 9 de marzo.
Cumbre del 60 aniversario de la fundación de la CEE. Roma (Italia), 25 de marzo.
Consejo Europeo. Bruselas, 22 de junio.
Cumbre OTAN. Bruselas, primavera 2017 (probablemente, a final de mayo).
Cumbre G-20. Hamburgo (Alemania), 7 y 8 de julio.
Bilaterales. Francia (febrero), Portugal (mayo), Alemania, Marruecos y Argelia.
Si España cumple sus deberes en materia de déficit, Rajoy podrá jugar un papel destacado en el diseño de la nueva UE que sobrevivirá a la deserción británica. Este será el tema central de las cinco cumbres europeas previstas para el primer semestre. La primera, de los países del sur de Europa, el 28 de enero en Lisboa (Portugal), es continuación de la celebrada en septiembre pasado en Atenas, a la que Rajoy envió a un secretario de Estado, pero a la que esta vez acudirá, según le prometió al primer ministro luso Antonio Costa. La del 3 de febrero en La Valletta (Malta), que reunirá a los 27, sin el Reino Unido, debe revisar la hoja de ruta que esbozaron en su primer encuentro, en septiembre pasado en Bratislava (Eslovaquia). Además, está previsto que se celebren dos Consejos Europeos ordinarios en Bruselas, el 9 de marzo y el 22 de junio, y otro extraordinario en Roma (Italia), el 25 de marzo, para conmemorar el 60 aniversario de la creación de la Comunidad Económica Europea (CEE). En torno a esa fecha, Londres ha anunciado que pedirá la activación del artículo 50 del tratado de la UE, que pondrá en marcha el plazo de dos años para consumar el Brexit.
Además, planean otras dos cumbres para las que aún no hay fecha: una con Turquía, que podría coincidir con un Consejo Europeo o celebrarse en un formato reducido, sin necesidad de que acudan los mandatarios; y otra con el nuevo presidente de EE. UU., Donald Trump. Esta última solo está, por ahora, en la mente de los socios europeos, que desean conocer de primera mano los planes del nuevo inquilino de la Casa Blanca, cuyos anuncios, antes y después de su victoria electoral, han sembrado la inquietud en esta orilla del Atlántico.
La ocasión para este encuentro la brinda la cumbre de la OTAN, que está previsto celebrar en primavera coincidiendo con la inauguración de la nueva sede de la organización en Bruselas (Bélgica). A falta de anuncio oficial, podría aprovecharse el primer viaje del nuevo presidente de EE. UU. a Europa que, si no se produce antes, tendrá lugar el 26 y 27 de mayo, con motivo de la cumbre del G-7 en Taormina (Sicilia).
La cumbre de la OTAN en Bruselas y la del G-20 en Hamburgo (Alemania), el 7 y 8 de julio, serán previsiblemente las primeras en las que Rajoy coincida con Trump y pueda entrevistarse con él, tras la breve conversación telefónica que ambos mantuvieron el pasado día 12.
La agenda internacional del jefe del Gobierno no se agota con los foros multilaterales. Tras el paréntesis de 2016, se propone reanudar las cumbres bilaterales con los países con los que España mantiene una relación más estrecha. Está previsto que la cumbre con Francia sea en febrero, para evitar que se solape con la campaña electoral en el país vecino; y que en mayo se haga con Portugal. Esta última se celebrará por primera vez en los dos países, empezando en la orilla española del Duero y acabando en la lusa, como símbolo de la cooperación transfronteriza. En el primer semestre debe celebrarse la cumbre con Italia y, antes de fin de año, con Alemania, Marruecos y Argelia.
Una vez desbloqueada la situación política en España, se espera un goteo de visitas de mandatarios extranjeros. Una de las primeras será la del presidente argentino Mauricio Macri, quien visitará Madrid entre el 22 y el 26 de febrero, coincidiendo con la feria de arte Arco, que en esta edición tendrá a su país como invitado.
Aunque la política europea absorberá muchas energías, Rajoy debería volver a América latina en 2017. Sus destinos prioritarios son Brasil y Argentina, que aún no ha visitado oficialmente, y Perú, que en julio pasado estrenó nuevo presidente: Pedro Pablo Kuczynski.
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