Las víctimas navarras de ETA rechazan la política de convivencia del Gobierno de Barkos
42 familias firman una carta respondiendo al balance positivo de la Oficina de Atención a Víctimas
En Navarra, 42 personas fueron asesinadas por ETA desde su fundación hasta su alto el fuego hace cinco años. También son 42 las familias que firman una carta en la que rechazan la política de paz y convivencia del Gobierno de Uxue Barkos (Geroa Bai). Esas familias consideran la creación de la dirección general en esta materia “una manera de maquillar la presencia de EH Bildu en el gobierno y blanquear su relación con la banda”. La reacción llega después de que el pasado 9 de diciembre la consejera de Relaciones Institucionales, Ana Ollo, señalase que las víctimas de la violencia habían mostrado “una visión muy positiva del programa” de atención y que la mayoría había “puesto en valor que fuera la primera vez que un Gobierno navarro se pusiera en contacto con ellas”.
El director general de Paz y Convivencia, Álvaro Baraibar, señaló que de las 50 personas contactadas “solo una rechazó la ayuda ofrecida” por desacuerdo con la creación de la Oficina de Atención puesta en marcha por el Ejecutivo que preside Barkos desde julio de 2015. Sin embargo, en su misiva, las familias señalan que “la mayoría ha rechazado acudir a los encuentros” personales con los miembros de esa oficina “por la falta de confianza ante la incoherencia del Gobierno”. Niegan, además, que sea la primera vez que la Administración foral contacta con ellas, ya que en 2000 el Ejecutivo presidido por Miguel Sanz (UPN) les concedió la Medalla de Oro de Navarra, la máxima condecoración de la comunidad.
“Hace cinco años que ETA no mata, y los que les defendían o justificaban políticamente están en el Gobierno actual sin modificar su discurso”, remacha la carta de las víctimas para reforzar su tesis de que el Ejecutivo de Barkos “no tiene credibilidad”. Sienten, además, que las llamadas y contactos personales llevados a cabo por la Dirección de Paz y Convivencia han sido utilizados “de manera interesada”. Muestran su molestia por el lenguaje utilizado por el Gobierno al hablar “de todo tipo de víctimas” y de “todo tipo de violencias” al añadir en la labor de la Oficina de Atención a Víctimas del GAL o de abusos policiales, algo que consideran trata de “confundir la realidad vivida con el terrorismo de ETA”.
Las víctimas navarras de ETA desvelan también la intención del Gobierno autonómico de organizar un acto de homenaje “con todas las víctimas y todos los partidos”. Un evento cuya organización ha quedado congelada, ya que, según la portavoz del Ejecutivo, María Solana, no es “el momento de organizar actos de ese tipo”. Solana reconoce que en materia de acercamiento entre las víctimas y el Gobierno “no se ha conseguido nada”, pero también señala que al cierre de las heridas abiertas en Navarra por las décadas de terrorismo de ETA “no se pueden poner plazos”
La portavoz muestra el “respeto profundo” del Gobierno navarro por la posición expresada por las víctimas de ETA, aunque respaldaba la visión ofrecida por la Dirección de Paz y Convivencia de los contactos mantenidos con las víctimas, ya que el director Baraibar “detalló lo que a él se le contaba en esos contactos” y el Ejecutivo la “da por buena”. Respaldo expreso del gabinete Barkos a la labor en materia de paz frente a la petición de UPN, principal partido de la oposición que hoy registraba una enmienda los presupuestos para el año próximo, a debate en el Parlamento, para eliminar la Dirección de Paz y Convivencia. Para el partido regionalista, lo único que ha hecho este departamento “ha sido mirar para otro lado” ante la violencia.
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