Pedro Horrach: “El juicio del ‘caso Nóos’ se vivió como un ‘Gran Hermano’”
El fiscal anticorrupción de Baleares abrirá un despacho como abogado en Palma en enero
Pedro Horrach está en plena transición. En unos meses —él espera que sea el 1 de enero próximo— se acogerá a una excedencia en la Fiscalía Anticorrupción y abrirá por su cuenta un despacho de abogados en Palma de Mallorca, especializado en derecho penal económico. En esta aventura, en la que se embarca en parte “hastiado” por la presión sufrida tras defender la inocencia de la infanta Cristina en el caso Nóos, estará acompañado por un exinspector de Hacienda.
Horrach, uno de los rostros más conocidos del mundo jurídico español, se encuentra de salida del ministerio público. Sin embargo, hasta que abra su bufete —antes tiene previsto realizar la primera etapa de un viaje a Centroamérica con su esposa— sigue siendo un fiscal, y, como tal, mantiene con vehemencia sus posiciones. Este miércoles, en un desayuno organizado por la revista Vanity Fair, Horrach ha reprochado “a jueces y tribunales” la “falta de coraje” por permitir actuaciones “abusivas” de las acusaciones populares, como la de Manos Limpias en el juicio de Nóos.
El ataque, aunque lanzado de forma genérica, llevaba un destinatario muy concreto: el tribunal que enjuició el caso de corrupción de Iñaki Urdangarin, presidido por la magistrada Samantha Romero. Esta sala decidió mantener en el banquillo de los acusados a Cristina de Borbón con la única acusación de Manos Limpias, representado por la abogada Virginia López Negrete. En abril pasado, en plena celebración de esa vista oral, una investigación de la Audiencia Nacional puso de relieve que el seudosindicato dirigido por el ultraderechista Miguel Bernad supuestamente exigió tres millones de euros a la defensa de la Infanta a cambio de retirar la acusación contra ella, lo que la libraría automáticamente del banquillo.
En el desayuno, Horrach ha manifestado que el juicio del caso Nóos, que terminó el pasado 30 de junio tras casi medio año de sesiones, fue de “mucha tensión” por el interés mediático que suscitó y que “en algunos momentos se vivió como un Gran Hermano”. El fiscal balear, que ha insistido en que para él sería una “sorpresa” que el tribunal de Nóos acabe condenando a Cristina de Borbón, ha criticado que los tribunales “equiparen” en los juicios al ministerio público, garante de la Ley, con las acusaciones populares. “Hasta aquí podíamos llegar”, ha dicho.
Las grabaciones de Fernández Díaz
El todavía fiscal ha vuelto a lamentar que no se adoptara ninguna medida “a nivel político” contra el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, tras desvelarse las grabaciones de octubre de 2014 en las que él y el entonces director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, hablaban de posibles operaciones contra políticos independentistas catalanes. “Fue una utilización perversa de las instituciones para fines políticos” y “un atentado directo a la base esencial del sistema democrático”, ha asegurado Horrach. La actuación de Fernández Díaz fue examinada por la Fiscalía, que no halló indicios de delito en aquellas conversaciones grabadas en su despacho.
Horrach también ha manifestado su “indignación” por la decisión del Gobierno de Baleares, presidido por el PSOE con el apoyo de Podemos y MES, de destituir al director general de la Abogacía del Estado en las islas, Luis Segura, tras conocerse que había retirado la acusación por blanqueo contra el expresidente balear Jaume Matas en la compra del palacete y la del caso Ópera, dos de las piezas del caso Palma Arena. “No puede ser que el director de la Abogacía balear tenga un criterio jurídico no acorde con los criterios del partido político en el gobierno y este sea el motivo para su destitución”, ha afirmado. Para Horrach, este es otro ejemplo de utilización perversa del sistema, en este caso judicial, por motivos políticos.
También hasta el 1 de enero, si se cumplen sus previsiones, Horrach tiene la “puerta abierta” de su despacho para alcanzar pactos con Matas “para recuperar el dinero” distraído a las arcas públicas baleares. Horrach, que no ha querido entrar en demasiados detalles, ha señalado que en el pasado existieron conversaciones con el expresidente balear "pero no fructificaron", y ha admitido que sigue habiendo contactos esporádicos con el abogado del expolítico, uno de los principales acusados en la macrocausa del Palma Arena, de la que forma parte el caso Nóos.
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