ETA niega que el zulo de Oise fuera su arsenal estratégico para escenificar una entrega
La banda promete "nuevos compromisos" de cara a un final según su propio diseño
La organización terrorista ETA ha calificado de montaje propagandístico el descubrimiento del arsenal hallado el pasado 12 de octubre en un bosque de Compiègne, al norte de París, y niega que lo guardase para escenificar una posible entrega de armas. La banda, a través de una nota enviada al diario Gara, asegura que el zulo no era estratégico, ni se guardaba para representar una entrega de armas y ni ha supuesto un golpe a sus arsenales. Por todo ello, augura que en breve hará públicos "nuevos compromisos" para presentar su final.
La banda asegura que todo fue un montaje propagandístico policial, al que se plegaron los Gobiernos español y francés. ETA subraya que el hallazgo del arsenal -145 armas cortas de las robadas en 2006 en Vauvert- se hizo coincidir con la fiesta nacional de España por este motivo.
"Hace ya mucho tiempo que nuestra organización sospechaba que la policía podía estar al acecho y que podía tener preparada una trampa contra ETA. Por eso hacía ya mucho tiempo que no se acudía a ese lugar", afirma la banda.
"¿Por qué esta trampa ahora?", se pregunta el autor de la nota de los terroristas, que se responde: "Los rumores recientes sobre que podía haber movimientos han preocupado a quienes quieren imponer un esquema de vencedores y vencidos sin esperar al proceso de desmantelamiento de arsenales (...) y quieren mandar un mensaje claro: que nadie haga el más mínimo movimiento en la búsqueda de soluciones razonables".
Por este motivo, sigue la nota, fue ejecutada esta operación que fue cargada, dice, "de mentiras e intoxicación para hacer propaganda". Pese a todo, los terroristas aseguran que van a "tratar de cumplir todos los compromisos" dirigidos a lo que pretende ser un final de la propia ETA dirigido por los jefes de lo que queda de ella.
La nota de ETA está fechada el 18 de octubre, seis días después de la intervención de las armas de Carlepont y cuatro días antes de que se conmemorara el foro de Aiete en el que se apostó por una entrega de armas ante agentes del País Vasco y con verificación internacional, un llamamiento que ha sido reiteradamente ignorado tanto por el Gobierno de España como por el de Francia.
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