El líder del PSOE y el de Podemos, dos dirigentes desaparecidos

De la última comparecencia pública de Pedro Sánchez hace ya 10 días. De la de Pablo Iglesias, hoy cumplen 15. Ni al líder del PSOE ni al de Podemos se les ha vuelto a ver, pero sobre todo a escuchar, desde entonces. Más allá de algunos mensajes en Twitter, los dirigentes de los dos partidos de izquierda, que suman juntos hasta 156 escaños, han desaparecido del mapa. Por razones diferentes: el primero, acosado por la presión para que el PSOE se abstenga ante la investidura de Mariano Rajoy, y el segundo, fuera de juego por decisión propia tras un resultado electoral por debajo de sus expectativas. Ambos sin presencia pública, a pesar de que la discusión sobre la gobernabilidad se mantiene vigente e incluso se ha reactivado, pero en todo caso sigue irresuelta.

El líder del PSOE está a caballo entre Madrid y Almería, cuentan en su equipo. Entre semana trabaja en Madrid y los fines de semana se desplaza a la provincia andaluza, normalmente a Mojácar, donde suele veranear desde hace años. Oficialmente no está de vacaciones, sino fuera del foco y de las preguntas de los periodistas.

Sánchez no quiere quemarse y agitar a su partido con nuevos pronunciamientos sobre la investidura, a pesar de que la posición del PSOE —que no se mueve del no— es decisiva para que haya Gobierno. Los socialistas se excusan asegurando que la pelota está en el tejado del PP y, salvo sorpresas, hasta después del puente su líder seguirá al margen.

Pablo Iglesias sí está de vacaciones, aunque conectado, desde el pasado día 5 de agosto. El secretario general de Podemos tuvo su última aparición pública el 28 de julio, cuando compareció tras la ronda de consultas al Rey, y la semana posterior estuvo en Madrid, leyendo —como dan cuenta todos sus tuits explicando sus lecturas— pero pendiente de la actualidad. A partir del día 5, sin embargo, avisó a su equipo de que se retiraba a descansar, y ha abandonado Madrid, aunque según fuentes del partido no se ha marchado lejos por si tuviera que volver inmediatamente. La dirección de Podemos ha decidido tomarse un respiro, y ha previsto tomar vacaciones desde el 5 hasta el 20 de agosto. No obstante, Iglesias podría reincorporarse antes, indican en su equipo, aunque no lo pueden asegurar.

El líder de Podemos ha pasado de la sobreexposición mediática a la desaparición. El partido se mantiene oficialmente “a la expectativa” porque no forma parte de las negociaciones y porque ha decidido no desarrollar trabajo parlamentario al considerar que no tiene sentido sin un Gobierno en plenitud de funciones. Los dirigentes de la formación alegan además que necesitan descansar tras dos años muy intensos, y no se muestran especialmente preocupados en aparecer como inactivos. Toca “repensarse”, aseguran, y al mismo tiempo “no precipitarse es una muestra de prudencia”, justifican fuentes de la dirección.