Más de 40 detenidos en una operación antidroga en Mallorca

La Guardia Civil ha detenido este viernes a más de 40 personas en la mayor operación contra el tráfico de drogas de los últimos años en Mallorca. Una operación que se ha llevado a cabo durante toda la mañana en diferentes barriadas de Palma. El Juzgado de Instrucción 11 de la capital balear y la fiscalía antidroga de las islas han ordenado esta intervención, en el marco de la operación Iron Belt contra una organización dedicada al tráfico de drogas y el blanqueo del dinero procedente de la venta de estupefacientes. Está previsto que los detenidos pasen a disposición judicial el domingo.

Fuentes del instituto armado indican que se trata de la mayor operación contra el tráfico de estupefacientes en Baleares de los últimos años. Se trata de la segunda fase de una investigación contra la compraventa de estupefacientes iniciada hace meses, en la que se ha detenido a 94 personas y que tenía ramificaciones en Madrid, Segovia y Burgos.

Hasta el momento, los agentes se han incautado de 17 kilos de cocaína, 10 de corte, 45 kilos de hachís y diversas cantidades de metanfetamina, benzocaína y éxtasis. Además, se han intervenido 300.000 euros en metálico, seis armas de fuego, 12 vehículos de alta gama y se han bloqueado 127 productos y cuentas bancarias.

En el operativo han participado más de 300 efectivos tanto de las islas como desplazados de la península. Los registros se han llevado a cabo en diversas barriadas de Palma, como Son Gotleu, Corea, Coll d’en Rabassa, S’Aranjassa, Sant Jordia, el municipio de Alcúdia y el poblado de Son Banya, uno de los núcleos de venta de droga más importante de la isla.

Esta operación forma parte de la segunda fase de una investigación que se inició hace 17 meses y que resultó “de gran complejidad”, según la Guardia Civil, por la experiencia previa con la que contaban muchos de los miembros de la organización que se ha desmantelado. Muchos de los arrestados pertenecían a dos clanes históricos del narcotráfico de las islas y contaban con numerosos antecedentes penales y policiales por asuntos similares, lo que les ha llevado a contar con importantes medidas de seguridad a la hora de actuar.

Contactos internacionales

Según explica la Guardia Civil, la investigación se inició al detectarse que un grupo de ciudadanos de Baleares estaba dedicándose al tráfico de drogas en Mallorca mientras mantenía contactos con otros clanes que operaban en los Países Bajos. Estos utilizaban vehículos de alta gama para trasladar la droga en dobles fondos hasta España, esquivando los controles policiales, mientras los miembros de la organización balear se trasladaban hasta Holanda para negociar y gestionar directamente el envío de las sustancias, un proceso que seguían ya de vuelta en España.

En mayo tuvo lugar la primera fase de esta operación, cuando se interceptó un paquete con algo más de un kilo de cocaína con destino a Ibiza, que provocó 19 registros en Mallorca y la detención de 27 personas. Tras esta operación, se identificó al grupo que abastecía de droga al clan mallorquín y se detuvo a otras 27 personas en diversos lugares de la península, como Burgos, Madrid y Segovia.

Fue en esta fase de la operación cuando se desmanteló también el entramado financiero que permitía a los detenidos blanquear el dinero que obtenían de la venta de estupefacientes; y que ocultaban mediante la creación de empresas pantalla y testaferros.

Parte de esta estructura operaba en el poblado chabolista de Son Banya, que ha sido objetivo de intervenciones policiales reiterados en los últimos meses, mediante los cuales se han intentado desarticular los clanes de venta de droga que se quedaron con el manejo del tráfico de estupefacientes después del ingreso en prisión de varios miembros del clan de La Paca, que dominaba el poblado. La mayoría de sus miembros fueron a parar a prisión tras el estallido del caso Kabul, que juzgó un complejo entramado de compra y venta de droga en la isla, y la colaboración de otros clanes de Cataluña a la hora de introducir estupefacientes en Mallorca.

Francisca Cortés Picazo, matriarca de este clan dedicado al narcotráfico en Son Banya, fue condenada por la Audiencia Provincial a seis años de cárcel por tráfico de drogas a raíz de este asunto. Junto a ella fueron sentenciadas otras 35 personas a un total de 136 años de cárcel y multas de casi 15 millones de euros. Hasta siete clanes del narcotráfico fueron a juicio en el que fue el mayor proceso contra el tráfico de drogas llevado a cabo en Baleares.