El PSOE retrocede en todos sus bastiones tradicionales

El PSOE perdió ayer la condición de partido más votado en Andalucía y Extremadura, donde ganó el 20-D. Los socialistas, que empeoran por tercera vez consecutiva en unas elecciones generales, con 120.000 votos menos que en diciembre, no fueron la opción preferida en ninguna comunidad. El PP se impuso en las siete autonomías que gobierna el PSOE, que solo mejoró sus resultados en Madrid. Al contrario de lo ocurrido hace seis meses, Eduardo Madina logró su escaño al Congreso por Madrid. Patxi López lo ha mantenido por Bizkaia.

Las cuatro vueltas que Susana Díaz dio a Andalucía entre la precampaña y la campaña no evitaron el triunfo del PP en esta comunidad y la pérdida de dos diputados, que se añaden a otros tres que bajaron en diciembre. La presidenta andaluza sufrió la primera derrota electoral tras cuatro victorias durante su mandato y obtuvo 20 parlamentarios, uno menos en Sevilla, donde el PSOE siempre ha ganado, y otro en Jaén, donde el escaño fue a parar al cabeza de lista de Unidos Podemos, Diego Cañamero. Díaz reivindicó haber obtenido “más de 500.000 votos a Podemos en Andalucía”, con los que “salvó a la izquierda española del peligro del populismo”.

Tras las de 2011, fueron las segundas generales en las que los socialistas quedaron segundos en Andalucía, donde siempre han gobernado. Y eso que las únicas provincias donde fue la formación más votada fueron Huelva, Sevilla y Jaén (el 20-D fue la primera opción en cinco provincias andaluzas y Badajoz). El PP subió cuatro puntos y medio en la región mientras los socialistas perdían 80.000 votos. En diciembre el retroceso fue de casi 200.000 papeletas, pero el PSOE aprovechó entonces la mayor caída del PP.

El PSC empeoró sus números respecto a diciembre, pasando de tercera a cuarta fuerza en Cataluña y de ocho a siete escaños al quedarse sin el de Lleida, que fue para el PP. Pedro Sánchez anuló en campaña un acto que tenía previsto justo en la capital de la provincia. El candidato tan solo dio un mitin en Cataluña en las dos semanas previas a las elecciones. Lo hizo en L’Hospitalet, en Barcelona, la circunscripción donde más escaños, cinco, perdió en diciembre. El cambio de la número uno por Barcelona —Meritxell Batet, que se presentó al 20-D como número dos por Madrid, reemplazó a Carme Chacón, después de que la exministra renunciara a presentarse de nuevo— tampoco surtió efecto. “No podemos estar satisfechos”, reconoció Batet.

Entra Madina

La apuesta de Sánchez por Madrid le sirvió para sumar un escaño más que en las anteriores generales. El aspirante a la presidencia del Gobierno concentró en la región de la que es oriundo hasta seis actos durante la campaña. La recompensa fue un diputado más respecto al 20-D. Entonces, los socialistas solo sacaron seis diputados por Madrid, en su peor resultado en la comunidad. Una de las consecuencias fue que Eduardo Madina, que iba como siete en la lista, no logró el escaño. El exsecretario general del grupo socialista en el Congreso y rival de Sánchez en las primarias en las que el actual secretario general del PSOE se impuso, sí consiguió ayer el asiento.

Extremadura, donde gobierna Guillermo Fernández-Vara, tampoco mantuvo los cinco diputados de diciembre. Badajoz, donde la candidatura de Sánchez logró un escaño más respecto a los comicios de 2011, y que había sido la única circunscripción en la que los socialistas aumentaron en un escaño las elecciones pasadas, perdió el tercer diputado. De nuevo, en favor del PP.

El PSOE dejó escapar otro escaño en la Comunidad Valenciana, donde perdió uno de los que tenía por Alicante. El presidente regional, Ximo Puig, que gobierna desde mayo junto a Compromís, calificó el resultado del PSOE como “manifiestamente insuficiente”. Los socialistas restaron otro escaño por Santa Cruz de Tenerife. Aunque visitó el archipiélago en la precampaña, Sánchez fue el único de los candidatos de los cuatro principales partidos que no acudió al archipiélago en la campaña.