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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Guerrilla

Hace tiempo que me preocupa el matonismo de algunos en las redes sociales

Hace tiempo que me preocupa el matonismo de algunos en las redes sociales. He sido usuario de todas ellas desde el principio. Creo en ellas. Vivimos en una sociedad donde la comunicación ya no es unidireccional y eso mejora claramente la calidad democrática de una sociedad en la que ya no hay emisores y receptores, sino que todos podemos ser —y somos— emisores.

Pero en los últimos años hemos visto como artistas, deportistas, periodistas o cualquiera que acumule muchos seguidores sufren de vez en cuando tremendas campañas difamatorias. Nadie está libre de sufrir estas prácticas y muchos de ellos han acabado abandonando las redes sociales para no sufrir más acoso.

Recientemente me hablaron de guerrilla, un grupo de Telegram (o de Whatsapp) en el que algunos activistas de Podemos coordinan sus ataques repitiendo argumentarios intentado que parezcan espontáneos y que generalmente tienen como objetivo descalificar al rival.

Me dijeron que ese grupo estaba preparando un ataque a Pedro Sánchez coincidiendo con su entrevista en La Sexta Noche y me enseñaron los pantallazos que lo demostraban.

Esa misma noche tuve la oportunidad de preguntar en directo al secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, si guerrilla era un grupo de Podemos. Me dijo que no.

Unos días después se difundió otra campaña difamatoria contra el candidato socialista, desde cuentas oficiales del PP, pero también desde el grupo guerrilla. Pablo Iglesias se desmarcó en público de esa campaña, pero el grupo guerrillero la había alimentado. Leo en la portada de la edición digital de EL PAÍS que Podemos se desmarca de dicho grupo.

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Sin embargo, he tenido la oportunidad de leer documentos de campaña de Podemos donde se evalúa la acción de guerrilla en la campaña dentro de su área de estrategia y comunicación. Lo tengo muy claro. Echenique mintió. Guerrilla es de Podemos y una vez descubierto, Iglesias se desmarca como se desmarcó en su día de Chávez, de Tsipras o de IU antes de lanzarle una opa hostil.

Maquiavelo estaría sorprendido de ver las posibilidades que ofrecen sus teorías en pleno siglo XXI y de ver a todo un Príncipe como Iglesias.

Antes de ayer comunista, ayer de izquierda anticapitalista, hoy socialdemócrata y en todo caso negando la diferencia entre la izquierda y la derecha.

Patriota en el sur y a favor de la autodeterminación en el norte.

Con la mano tendida pero atacando al PSOE todo el día.

A Dios rogando y con el mazo dando.

Y en todo caso siempre marxistas, pero de Groucho.

Ya saben, estos son mis principios, pero si no les gustan…

Óscar López es vicecoordinador del comité electoral del PSOE

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