Manos Limpias esgrime la “cualificación reforzada” de la Infanta para acusarla

En su informe final, en la 57.ª sesión del juicio del caso Nóos, López Negrete recordó que la hermana del Rey “no es una ciudadana al uso”. Según ella, Cristina de Borbón, sexta en la línea de sucesión a la Corona, es “una mujer con cualificación reforzada por la educación extraordinaria que tiene por su posición de infanta”, y disfruta de “una formación extraordinariamente minuciosa”, especialmente en economía, tanto por sus estudios de Ciencias Políticas como por su trabajo en la Fundación La Caixa. Esta condición, entiende la abogada de Manos Limpias, “pone en evidencia el conocimiento de todo lo que hace, de todo lo que firma y de los actos en los que participa”.

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“Aizoon era una sociedad instrumental, pura ficción para aprovecharse fiscalmente de ella; la Infanta no solo participaba sino se beneficiaba de ella de modo consciente, y la mantuvo en el tiempo, no haciendo nada para evitar la actividad delictiva”, ha asegurado López Negrete, que mantiene la petición de ocho años de prisión para Cristina de Borbón, a la que considera cooperadora en los dos delitos contra la Hacienda Pública atribuidos a Iñaki Urdangarin.

La letrada ha analizado el papel de Aizoon y de la mercantil Namasté 97, anterior a esta y en la que figuraban los exduques de Palma junto a sus dos primeros hijos y que fue liquidada. “¿Por qué permanecer siempre en las sociedades con un tanto por ciento elevadísimo? La presencia de la Infanta daba seguridad al matrimonio de que en su afán de abusar del fisco no iban a ser investigados porque la infanta sería un escudo fiscal”, ha manifestado Negrete.

La abogada de Manos Limpias ha recordado la presencia de “trabajadores fantasma” en la sociedad Aizoon, que servían supuestamente para hacerla pasar ante el fisco como una empresa con actividad mercantil y no como una suerte de caja común a la que cargar gastos familiares con dinero procedente del Instituto Nóos, que se nutría en parte de fondos públicos.

López Negrete ha desgranado una serie de hechos que, en su opinión, constituyen “actos de control y disposición” de la Infanta en Aizoon y que refutan la idea de que la hija de Juan Carlos I desconocía la gestión de la sociedad. “La infanta participaba en las juntas de la sociedad, aunque fueran totalmente informales, y firmaba las actas; firmó el contrato de autoalquiler de la vivienda de Elisenda de Pinós, que no ha sido admitido como deducible por Hacienda; pasa de ser mera secretaria de las juntas a presidirlas cuando solo lo puede hacer el administrador, según la ley; carga los gastos personales a la sociedad; y firma y autoriza, dando mandato al administrador, la compraventa ficticia las acciones de la mercantil Mixta África”.

La abogada ha respondido a los ataques lanzados el miércoles por el fiscal anticorrupción Pedro Horrach, que acusó a Manos Limpias de acusar a sin pruebas a la Infanta. “Me gustaría recordar al fiscal que esta representación no está aquí por acción espuria, ni alocada ni empecinada, sino por unos hechos tozudos (…). La investigación de Aizoon nunca nació de esta parte, fue la Audiencia Provincial la que le indicó al juez instructor [José Castro] que investigara esa vía por si hubo conducta delictiva (…) Siete magistrados [de la Audiencia Provincial] por unanimidad han decidido que estemos aquí sentados. Otra cosa diferente será la valoración de la prueba que se haga”, se ha defendido López Negrete.

En el ambiente flotaba el supuesto chantaje de Manos Limpias a la defensa de la Infanta, destapado en la Operación Nelson de la Audiencia Nacional. Esa investigación ha puesto de relieve que el líder del sindicato, Miguel Bernad, y el presidente de Ausbanc, Luis Pineda reclamaron tres millones de euros a los abogados de Cristina de Borbón a cambio de retirar la acusación contra ella. López Negrete ha aprovechado su alegato final para defender su actuación en el caso Nóos. “Se han producido situaciones difíciles y presiones, pero mi actuar ha sido siempre profesional y dentro de la legalidad”, ha dicho. Y ha añadido, parafraseando a Cicerón: “No hay nada más hermoso que conocer la verdad, y nada más indigno que aprobar la mentira —y yo añado la duda y el desprestigio— y hacerlas pasar por la verdad”.