La modelo que mató a un millonario por una obsesión

María Kukucova celebró este miércoles su 26 cumpleaños sentada en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Málaga. De nacionalidad eslovaca, era una conocida modelo en su país hasta que en abril de 2014 ingresó en prisión preventiva por matar de tres tiros a Andrew Bush, un millonario británico del sector de la joyería que había sido su pareja, en el chalé que la víctima tenía en Estepona. Un jurado popular ha concluido este viernes que la joven, que ha escuchado el veredicto tapándose la cara, entre lágrimas y pañuelo en mano, es culpable de asesinato. Se enfrenta a una petición fiscal de 20 años de cárcel y ahora solo falta que el juez presidente del tribunal popular dicte sentencia.

La defensa de Kukucova ha intentado demostrar sin éxito durante la vista oral que su cliente actuó en legítima defensa, que se protegió tras ser golpeada y quitarle el arma a quien después se convirtió en la víctima mortal. Pero el jurado, compuesto por cinco mujeres y cuatro hombres, no ha creído esta versión de los hechos. Solo ha estimado que se movió impulsada "por un estado pasional". Es decir, por obcecación, por un arrebato. "Estaba obsesionada con el fallecido", dice el veredicto, "estaba muy afectada por la ruptura", tanto por el lado sentimental como por "la pérdida" del estatus social que le daba su relación con el empresario.

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Pocos, pero también víctimas

A la historia no le falta un detalle. La pareja se rompió en noviembre de 2013, cuando él tenía 48 años y ella, 23. Prácticamente desde esa fecha, el acaudalado británico empezó un idilio con una joven de origen ruso, de 21 años, con la que viajó a la Costa del Sol pocos meses después para pasar unos días de ocio. El crimen se cometió la madrugada del 5 de abril de 2014.

La nueva pareja llegó al chalé de Estepona pasada la medianoche y se encontró con Kukucova, que estaba allí sin el consentimiento de Bush, según ha considerado probado el jurado. Al verla, la nueva pareja del empresario optó por irse a la calle para que ellos resolvieran la situación. Se esperó junto al coche, un ostentoso Hummer modelo H-1, mientras en el interior de la vivienda se producía una discusión entre los antiguos amantes. Poco después, el empresario salió y le dijo a su novia que llamara a la policía porque la modelo no quería irse.

Bush regresó entonces a la casa y recibió tres disparos con un revólver calibre 38 especial: uno en el brazo izquierdo y dos en la cabeza. El tercero le impactó mientras caía al suelo y fue el que acabó con su vida. Kukucova mató "intencionadamente" a su expareja, "de forma sorpresiva y a la distancia necesaria para evitar que su víctima pudiera defenderse". La modelo, entonces, colocó el arma en la mano izquierda del fallecido, cogió las llaves del Hummer y huyó en el coche, sin dar explicaciones a la novia del empresario. El vehículo fue localizado un día después en una playa de Marbella. La modelo viajó a Eslovaquia y, pocos días después del crimen, se entregó a la policía.

El jurado entiende que no se ha probado que Kukucova, durante la discusión, fuera agredida ni amenazada. Tampoco que el revólver lo sacara el empresario y que ella lograra arrebatárselo antes de dispararle movida por el "pánico". "Tenía miedo, nunca en mi vida me habían apuntado con un arma. No quise hacer eso. (…) Nunca he hecho daño a nadie", dijo en un momento de su declaración. El juicio se ha prolongado durante cuatro sesiones y la joven no ha dejado de llorar.

Una hermana y una hija de la víctima han ejercido la acusación particular en este proceso. Inicialmente pedían 25 años de prisión para la modelo por asesinato, aunque al estimar el jurado que no existió ensañamiento han fijado su reclamación en 20 años, igual que la fiscalía. La defensa, que previsiblemente recurrirá la sentencia cuando se dicte, ha pedido que la pena sea la menor por este delito.