Podemos presiona a IU con una oferta de plazas electorales que no especifica
La federación de izquierdas niega haber recibido una propuesta de nueve diputados y cinco senadores
Podemos e IU mantienen una tensa disputa sobre las listas electorales de su eventual coalición para el 26-J. El partido de Pablo Iglesias hizo este sábado una última oferta de nueve diputados y cinco senadores para IU, que consideró generosa. IU reclama entre ocho y doce escaños, pero asegurados, es decir, que estén en puestos con opciones de ser elegidos, teniendo en cuenta resultados anteriores. Podemos asegura que las plazas son de salida, aunque no especificó, al menos públicamente, ni circunscripciones ni puestos.
La alianza entre las dos fuerzas ha encallado y uno de los primeros compromisos adquiridos para negociar una candidatura conjunta no se ha cumplido. La federación de izquierdas no pudo presentar, como estaba pactado, ni siquiera un preacuerdo ante su máximo órgano de dirección, convocado ayer para estudiar y aprobar las condiciones de la alianza. El complejo encaje de las listas obstaculizó las conversaciones, y los 128 miembros del consejo político de IU se marcharon con la negociación sin despejar.
A esto se añadió un cruce público de declaraciones sobre las ofertas mutuas que refleja un pulso entre las dos formaciones, el intento de presionar de Podemos y la resistencia por parte de IU. Alberto Garzón, candidato de la federación, reconoció a primera hora de la mañana que llegaba al cónclave con las manos vacías. “Desgraciadamente, hoy no hemos podido traer un preacuerdo con Podemos porque las negociaciones van avanzadas pero todavía tienen escollos que deben ser superados”, admitió.
Garzón cede y hará una nueva consulta a las bases
Izquierda Unida consultará de nuevo a sus bases en referéndum la semana próxima sobre el acuerdo con Podemos, después de haber celebrado una consulta la semana pasada, en la que el 85% de los militantes y simpatizantes aprobó ir a una coalición con el partido emergente y otras fuerzas.
Alberto Garzón y su equipo han cedido a las reclamaciones de los sectores críticos de la federación de izquierdas, que venían reclamando una nueva consulta porque la anterior se celebró sin conocer los detalles del pacto con Podemos, ya que aún no está cerrado.
La nueva consulta, que aún no tiene fecha, podría coincidir con la de Podemos, que se celebra el 10 y 11 de mayo.
Los secretarios de Organización de las dos formaciones, Pablo Echenique (Podemos) y Adolfo Barrena (IU), hablaron el viernes hasta la medianoche, y se intercambiaron mensajes ayer por la mañana para tratar de desbloquearlo, pero no lograron superar el obstáculo principal que impide de momento la coalición electoral para el 26-J: ¿Cuántos miembros de IU permite Podemos que vayan en las listas de la candidatura conjunta?
La última oferta de Podemos, trasladada a IU la noche del viernes, consistía en 14 puestos en las listas que, según la estimación de los resultados en función de los votos logrados el pasado 20 de diciembre, garantizarían a la federación de izquierdas nueve diputados y cinco senadores. “A medianoche, desde Podemos enviamos una oferta que supuso la quinta cesión y que se concretaba en un aumento que multiplica por siete la representación que tiene en estos momentos IU en ambas Cámaras”, aseguró Echenique en una comparecencia en Zaragoza. “Puede parecer mucho, pero entendemos que hay que ser generosos”, apostilló. IU solo tiene dos diputados en el Congreso, aunque logró 923.000 votos el pasado 20-D. Podemos, que obtuvo 3.182.082 apoyos y 44 diputados sin contar sus alianzas regionales, quiere sumar esos sufragios para evitar las consecuencias de la ley electoral, que perjudica a las fuerzas con menos votos en las circunscripciones más pequeñas.
Ni provincias ni puestos
Echenique ofreció a IU nueve puestos en las listas del Congreso y cinco al Senado pero no avanzó ni en qué provincias ni en qué puestos. A pesar de eso, en las filas de su formación se respiraba ayer un malestar creciente tras el rechazo de IU, que negó haber recibido esa propuesta. La federación de izquierdas esgrime que la vara de medir su peso en la coalición electoral no deben ser sus diputados actuales sino los votos que aportarían a la alianza. Garzón subrayó que la presencia de IU supondría un cuarto de los votos a la candidatura, según los resultados del 20-D.
Con esa proporción, sostienen que su reclamación está más que justificada, porque a pesar de aportar un cuarto de los votos solo piden un sexto de los escaños que estuviera en situación de lograr la eventual coalición, entre 58 y 60, según las presiones de ambas fuerzas. Estos son, exactamente, “entre ocho y 12 escaños”, señala la resolución aprobada ayer por el consejo político, sin contar los que están incluidos en las coaliciones de Galicia, Cataluña y la que esperan formar en la Comunidad Valenciana, que se negocian aparte.
La propuesta de Podemos anunciada ayer por Echenique cumpliría la petición de IU, pero hay otra clave: qué entiende cada partido por “puesto de salida” en las listas. Por ejemplo: en Madrid, Podemos logró ocho diputados e IU dos. Un puesto once en la lista madrileña podría considerarse en riesgo o asegurado, en función de las proyecciones que haga cada uno. Garzón se enfrenta, además, a una presión interna en el partido que le exige que pida todavía más a Podemos.
El coordinador general, Cayo Lara, defendió en el cónclave que tenían que reclamar un cuarto de los escaños. Asimismo, el sector afín a Lara forzó a Garzón a eliminar de su propuesta de resolución un párrafo que decía que la distribución de escaños no sería un “obstáculo para la forma de un acuerdo entre las organizaciones”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.