Los disputados escaños que dan mayorías

El PP y Ciudadanos tienen escasas posibilidades de sumar en las elecciones generales del 26-J los 176 escaños que marcan la mayoría absoluta, según un estudio de Metroscopia basado en los resultados de la última cita con las urnas, hace poco más de cuatro meses. Ese análisis demuestra que las opciones de las formaciones de Mariano Rajoy y Albert Rivera pasan por arrebatarle a Podemos el último diputado en una decena de provincias de tamaño medio en las cuales no obtuvieron por muy poco ese último escaño en las elecciones del 20-D. Sin embargo, el partido de Pablo Iglesias ya negocia con IU para firmar una coalición electoral que le permita reforzar sus posiciones y frenar a sus competidores.

Incluso si el PP y Ciudadanos mantuvieran todos los escaños que lograron el 20-D (163), lo que nadie puede asegurar, seguirían necesitando otros 13 para tener mayoría. El estudio de Metroscopia, firmado por Francisco Camas, demuestra que Podemos será el rival a batir. Esta compañía de encuestas distingue entre provincias donde la disputa electoral será intensa (menos del 1% de los votos decidió quién ganaba el último escaño), media (1-2%), baja (2-3%) y muy baja (3% o más). Con los resultados del 20-D como referencia, o el PP o Ciudadanos solo están cerca de ganar nuevos escaños en Badajoz, La Rioja y Almería (disputa electoral alta); tienen posibilidades de hacerlo en Pontevedra, Huesca y Girona (media); apenas vislumbran opciones en Toledo (baja); y solo en el caso de un gran vuelco podrían lograrlo en Ourense, Ávila, Valladolid y Lugo (muy baja). Además, el partido de Iglesias también está en condiciones de luchar por conquistar escaños de sus rivales: si el 20-D hubiera logrado solo un 0.9% de votos más, habría tenido cuatro diputados extra (para un total de 73).

Incluso si lograran sumar todos esos escaños que no obtuvieron el 20-D, y si además no perdieran ninguno de los que ya tuvieron entonces, lo que es improbable, la suma del PP y de Ciudadanos se quedaría en 174. Para llegar a los 176 necesitarían de un tercer partido, además de superar el veto de Rivera a Rajoy. En consecuencia, y a la espera de los efectos que tengan en los electores los dos meses que quedan hasta la cita con las urnas, se repetiría la misma situación que ha provocado la repetición electoral: no sería suficiente con un acuerdo a dos para formar Gobierno.

Los principales partidos acaban de cerrar cuatro meses de negociaciones infructuosas para formar gobierno. Desde las elecciones generales del 20-D, cualquier intento de desbloquear la situación chocó contra un muro. Como el PP y el PSOE se declararon incompatibles, siempre fue necesario firmar un pacto a tres. Que esa situación no se reproduzca el 26-J, y que el Ejecutivo pase a depender de una simple negociación a dos, solo se ve favorecido por un factor: si baja la participación como consecuencia del hartazgo de los electores, crecerá la probabilidad de que el PP mejore su resultado, porque es quien tiene un electorado más movilizado. Aún así, el estudio de Metroscopia permite concluir que es muy difícil que el 26-J deje unos resultados que permitan una solución bilateral.