Los problemas con Hacienda de Aznar le enfrentan con Montoro
El expresidente tuvo una inspección en 2013 que dice que se cerró de acuerdo pero mantiene fuertes discrepancias con el ministro
José María Aznar ha tenido serias discrepancias políticas, personales y fiscales con Cristóbal Montoro, con Mariano Rajoy y su Gobierno y el partido que gobernó con mano de hierro 13 años prácticamente durante toda la pasada legislatura. Algunas de esas divergencias las ha rumiado en secreto, a la espera de la oportunidad para lanzar sus periódicos avisos, cada vez más ruidosos fuera y menos trascendentes dentro del PP. Pero la discusión sobre sus problemas con Hacienda se mantuvo siempre en secreto, porque se quiso revestir de meras diferencias de criterios técnicos, aunque ocultaban también varios ajustes de cuentas. Ahora ese enfrentamiento está en su punto álgido, es público y ya nadie lo niega.
La Agencia Tributaria, que controla en última instancia Montoro como ministro de Hacienda, abrió en 2013 una inspección a Famaztella, la empresa familiar de Aznar y su esposa, Ana Botella, sobre el resultado de las declaraciones fiscales presentado por esa firma en los ejercicios de 2009 y 2010. Se efectuó una comprobación, se requirió documentación y más información, Aznar sostiene que la facilitó y que la inspección se cerró en 2014, “de conformidad por las dos partes”, según la versión facilitada por el equipo del expresidente del Gobierno a la noticia publicada el 7 de noviembre de 2014 por EL PAÍS. Es decir, que se complementó lo aportado o se pagó una multa, aunque ese extremo no se quiere precisar ni su cuantía.
En el entorno de Aznar se asegura que no ha tenido más inspecciones de Hacienda desde entonces y en el Ministerio tampoco pueden confirmar otras hipótesis o especulaciones.
Pero ni Aznar ha estado satisfechó con la actuación política ni personal de Montoro durante todo este tiempo ni entiende cómo se pueden estar produciendo “filtraciones tercermundistas” de datos privados tributarios de ninguna persona en un país como España. No lo dice en público pero lo piensa: Tampoco comprende el trato público y privado que le dispensa este Gobierno ahora en funciones del PP en el que algunos titulares de varios departamentos fueron nominados por él para la política y los consideró en su día amigos.
Aznar le pidió a Montoro una reunión en su despacho de ministro justo cuando coincidió con el inicio de su inspección tributaria, hace más de dos años y medio, la cita se produjo y entonces ya le espetó en privado lo que iba sosteniendo en foros y cursos de la FAES: que no le gustaba nada la reforma fiscal que había puesto en marcha. Luego lo repitió en una entrevista en televisión y Montoro usó un periódico para replicarle: “Yo estoy en política por él, pero no puedo admirar a alguien que ahora se dedica al business y da lecciones desde fuera. Esto es como el quirófano. No moleste, estamos operando”.
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