146 años para la banda de narcos con las planeadoras más potentes
Su jefe había fletado los envíos antes de morir y había construido la mayor lanzadera de Europa
La Sección Segunda del Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia Nacional que condenó a 145 años de prisión y multas millonarias a 15 integrantes de una banda de transportistas que en la pasada década llegó a ser la más potente y mejor equipada de cuantas han operado en las Rías Baixas.
La organización liderada por un histórico del narcotráfico, Manuel Abal, Patoco, fue desmantelada tras morir este en un accidente de moto en diciembre de 2008, cuando el grupo intentó desembarcar en apenas un mes y en dos operaciones consecutivas las 7,9 toneladas de cocaína que él antes había cerrado con los carteles proveedores colombianos.
La banda estrenaba en estas descargas la mayor lanzadera incautada hasta ahora en Europa, valorada en 1,5 millones de euros, que fue construida en un astillero de Milán (Italia) y que luego, entre otros cometidos, ha sido reutilizada por la Guardia Civil para patrullar en el océano Índico contra organizaciones piratas.
Aunque en principio se sentaron en el banquillo 26 acusados, el tribunal de la Audiencia Nacional redujo a casi la mitad las expectativas de la Fiscalía Antidroga de condenar a los vendedores de motores, lanchas y equipos electrónicos de navegación que por primera vez eran implicados en un proceso como cooperadores necesarios en el tráfico de drogas.
El Supremo únicamente reduce en año y medio la condena a uno de los lugartenientes del difunto Patoco, José Ángel Vázquez Agra, que tendrá que cumplir 9 y pagar una multa de 322 millones de euros, al retirarle el tribunal la agravante de reincidencia que fue mal aplicada.
Confirma la de 22 años de cárcel y multa de 300 millones de euros para el lanchero multireincidente Baltasar Vilar Durán, Saro y la de Gregorio García Tuñón, de 13 años y multa de 483 millones como el hombre que asumió la jefatura de la organización.
A nueve años y multa de 161 millones de euros se confirman también las condenas para al hermano de Patoco, Benito Abal Feijóo, y a otro histórico del transporte de droga, Juan Carlos Fernández Cores, Parido, que tenía su propio grupo de lancheros; a cuatro familiares directos de la viuda de Manuel Abal: Ramón, Rogelio y Gabriel Fabeiro Torres y a Pablo García Fabeiro, así como a José Manuel Gondar Otero, José Ramón Rey Pereira, Ricardo Cacabelos Charlín y Marcos Luis Padín Martínez.
La sentencia es resultado de una de las mayores operaciones policiales desarrollada por el Greco Galicia de la policía, que dejó prácticamente sin medios marítimos a los transportistas de cocaína que desde entonces nunca llegaron a recuperar las cotas de desembarcos registradas entre 2006 y 2010 en las rías gallegas.
Las defensas pretendieron suavizar las condenas alegando que el delito contra la salud pública no se había consumado al haber sido incautados los alijos, pero el tribunal lo desestimó de plano Sin embargo admitió la teoría de los “actos neutros” en relación con la participación de los considerados intermediarios en la logística marítima de la organización.
Así, por ejemplo, absolvió al propietario de la empresa con sede en Palma de Mallorca, representante de los astilleros SACS, de Milán en España donde se construyó la lanzadera incautada (cuyos equipos de navegación dejaron boquiabiertos a los investigadores) y a los otros 6 acusados que vendieron los motores que llevaba, alegando que no quedó probado que supieran que iban a emplearse en operaciones de narcotráfico.
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