El PP usará el texto del pacto para negociar el apoyo de Rivera a Rajoy
Los populares retomarán los contactos con Ciudadanos después de que fracase la investidura de Pedro Sánchez en el Congreso
El PP endureció inmediatamente el tono contra Ciudadanos y Albert Rivera, en cuanto se conoció y oficializó su acuerdo con el PSOE, pero usará gran parte del contenido de ese pacto para negociar una alianza en favor de Mariano Rajoy. Lo hará a partir de que la semana que viene se discuta en el Congreso y presumiblemente fracase la investidura de Pedro Sánchez. Los populares descalificaron el “pacto de partidos” entre Rivera y Sánchez como un “brindis al sol que no sirve para nada” y lo interpretaron ya en clave de campaña electoral.
Hay un problema de medida en la compleja relación actual entre el PP y Ciudadanos. Algunos de los nuevos dirigentes populares se sienten generacional e ideológicamente muy próximos a Rivera y lo que significa, su imagen y sus ideas de regeneración del centro derecha. Y no se atreven, por tanto, a criticarle demasiado. Otros más veteranos tienen desconfianza y temor y vaticinaban desde el principio que su querencia se inclinaría hacia el socialista Sánchez, pero no pueden atacarle con la virulencia que querrían porque comprenden que aún puede llegar a ser un aliado necesario y obligado. Las dos caras de este PP desconcertado irrumpieron el miércoles en cuanto se formalizó la firma entre Rivera y Sánchez.
La primera reacción fue del propio Rajoy, que recordó en Antena 3 que ese “pacto de salón o publicitario” no servirá de nada y no llegará a convertirse en acuerdo de investidura o de Gobierno. Fue el argumentario que luego repitieron la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, y el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maillo, y en catarata todos los demás.
Santamaría y Maillo aprovecharon para denunciar que en realidad ese “brindis al sol” es un engaño que persigue “intereses electorales” de los firmantes para volver a ser candidatos ante una inminente campaña para otras elecciones el 26 de junio.
Maillo ejerció de portavoz del sector duro del PP para arremeter contra Ciudadanos y acusar a esa formación de “poner a sus 40 diputados de costaleros de Pedro Sánchez”. Javier Maroto, otro de los vicesecretarios pero del supuesto sector moderado y nuevo del partido, quiso recordar las frases de la pasada campaña en las que Rivera aseguraba que nunca colaboraría con un gobierno de perdedores y apoyaría a la lista más votada. No ha sucedido.
Rajoy, Santamaría, Cospedal y Maillo, todos en el PP remacharon que muchas de las promesas contenidas en ese documento “voluntarista” suscrito entre PSOE y Ciudadanos no se podrán ni aplicar ni poner en marcha sin el compromiso y el apoyo de los parlamentarios populares. Rajoy lo volvió a dejar claro. No lo tendrán. Votarán contra la investidura de Sánchez la semana que viene y esperarán al día 5 de marzo para volver a llamar a la puerta de Ciudadanos.
Suprimir las Diputaciones
Pero varios miembros del comité de dirección del PP admitieron el miércoles en privado que la mayoría de las grandes reivindicaciones contenidas en ese documento del pacto entre PSOE y Ciudadanos podrían no solo estudiarse sino posiblemente aceptarse en otro contexto. Ya es significativo que el único punto de partida que en el PP consideran inasumible sea solo la supresión de las Diputaciones Provinciales, que se han convertido más en una disculpa para el bloqueo que en una barrera ideológica o programática real.
Rivera subrayó en su comparecencia del miércoles para explicar el acuerdo que ahora le tocará buscar la adhesión del PP y que será difícil pero auguró que muchos apartados podrían ser perfectamente asumibles. Y citó la lucha contra el paro, el pacto por la educación, el pacto por Europa y el euro, el pacto antiterrorista, el pacto anticorrupción, la estabilidad presupuestaria, la unidad de españa y la igualdad entre todos los españoles o la congelación de impuestos. Algunos de esos epígrafes están también en la oferta de 18 folios que Rajoy entregó a Rivera cuando se vieron como objetivos y pactos de Estado.
El PP usará por su parte la filosofía y muchos puntos del documento cerrado entre PSOE y Ciudadanos para negociar con el partido de Rivera y para reclamar su voto a una investidura pero con Rajoy como único candidato a presidente.
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